La psicoterapia es indispensable en todo proceso de desintoxicación y rehabilitación de una adicción. Porque la adicción es una enfermedad mental. La psicoterapia nos descubre qué patrones psicológicos nos llevan a desarrollar una adicción a sustancias psicoactivas; cuáles son las neuroasociaciones inconscientes que creamos alrededor del consumo de drogas y que nos incitan a mantener conductas adictivas. Así como nos ayuda a recuperar nuestra salud mental y emocional toda vez que iniciemos un tratamiento de desintoxicación. De este modo, la psicoterapia resulta una herramienta de lo más efectiva para cortar con ese patrón nocivo de mantener una drogadicción.
ADICCIÓN Y PROCESOS PSICOLÓGICOS: ¿POR QUÉ CAEMOS EN ADICCIONES?
En palabras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adicción «es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación».
A nivel psicológico y emocional, el mantenimiento de una adicción indica una molestia interna, una carencia o una insatisfacción personal; y, en este contexto, las drogas funcionan como medio de evasión de este malestar individual. De ahí que cuando se lleva a cabo un tratamiento de desintoxicación a una adicción, la psicoterapia sea de vital relevancia durante las fases del tratamiento.
La dependencia a las sustancias psicoactivas está motivada por aspectos fisiológicos; pero también por cuestiones psicológicas, que inducen al individuo a tener una actitud sumisa hacia su adicción. Y seguramente la dependencia afecte a su vida social; ya que el adicto creará todo un estilo de vida que gire en torno a su drogadicción.
Cuando el consumo de una droga no solo se vuelve abusivo, sino que rige la vida de la persona adicta; si en los períodos de abstinencia siente que el sufrimiento es insoportable; cuando el consumidor perciba que no tiene control sobre su vida y todas sus conductas se encaminan a satisfacer su adicción. Es entonces cuando la persona ha de reconocer que se ha convertido en adicta a las drogas. Y que necesita pedir ayuda profesional para salir de este atolladero.
Es justamente en estos casos de tocar fondo donde un buen tratamiento psicoterapéutico puede ser la salvación del adicto. ¿Cómo? Trabajando codo a codo con profesionales para transformar sus patrones de conducta; que le ayuden a modificar sus pensamientos y lo guíen en la consecución de una buena autorregulación emocional. Además de trabajar en los disparadores internos que llevan a la persona a buscar satisfacción y evasión en una sustancia tóxica.
¿CÓMO FUNCIONA LA PSICOTERAPIA EN CASOS DE ADICCIón?
Así pues, es necesario trabajar con el mundo psicológico de la persona adicta; descubrir cuál es la raíz del problema: qué se intenta tapar consumiendo sustancias nocivas que procuran un falso y efímero bienestar. Y a partir de ahí, iniciar todo un proceso psicoterapéutico de reconstrucción y sanación mental y emocional de la persona.
Y es que las terapias psicológicas destinadas a la población drogodependiente parten de una premisa clave. Si la persona consume drogas para sentirse mejor, o para aliviar su malestar, ello se debe a que las sustancias psicoactivas refuerzan lo segregación de dopamina. Este neurotransmisor es el responsable de que experimentemos sensaciones de placer. Se trata, entonces, de intervenir en sus comportamientos, hábitos y emociones para crear estímulos naturales satisfactorios en los consumidores. Así, éstos no tendrán necesidad de recurrir a una sustancia externa para alcanzar una sensación de bienestar.
En este sentido, la psicoterapia estimula el aumento de dopamina en la persona cuando le ayuda a comprender que ella misma es su propia fuente de bienestar. Y que ella tiene el poder de crear su propia vida, y de darle calidad a su vida. ¿Cómo se consiguen estos niveles de bienestar personal? Cultivando una actitud proactiva y una autoestima sana; llevándose a realizar cambios de hábitos y de contextos favorables; valorando su vida y sus dones; alimentando su mundo espiritual e intelectual; atendiendo a sus pasiones y motivaciones internas; y, en suma, sintiendo que en cada toma de decisiones que realice en pro de su bienestar, su vida avanza.
TRATAMIENTOS de psicoterapia en adicción a drogas
Todo tratamiento de drogodependencias se compone de 4 etapas: desintoxicación, deshabituación, rehabilitación y reinserción social. Para conseguir llevar adelante este proceso de recuperación es necesario combinar un tratamiento farmacológico y un tratamiento basado en psicoterapia. El primero se ocupa de ayudar a superar el síndrome de abstinencia a nivel fisiológico; el segundo trabaja en reforzar la actitud psicológica comprometida y motivada para prevenir recaídas en conductas adictivas; así como se centra en promover un cambio efectivo en el estilo de vida del adicto.
Para ello se utilizan diversas terapias psicológicas a lo largo del proceso. Su objetivo global es restaurar la salud mental y el equilibrio emocional de la persona adicta. Así, en los centros especializados en tratamientos de adicciones se trabaja la parte psicoterapéutica con numerosas terapias psicológicas complementarias. Sin olvidar las terapias de coaching, vinculadas al desarrollo personal, cuya labor es generar actitudes que refuerzan la inteligencia emocional personal.
TIPOs DE PSICOTERAPIAS EN ADICCIONES
La psicología dispone de todo un abanico de psicoterapias para abordar el problema de la salud mental y emocional de las personas adictas. Dichas intervenciones psicoterapéuticas van desde tratamientos propios de la psicología clínica hasta terapias psicosociales.
Algunos de los tipos de psicoterapia más conocidos y aplicados a la intervención en casos de dependencias son:
Tratamiento Cognitivo-Conductal (TCC)
El tratamiento cognitivo-conductal resulta muy eficaz en casos de conductas adictivas, pues trabaja el modificar las conductas individuales, trabajando la creación de habilidades que permitan afrontar el síndrome de abstinencia. Anticiparse a situaciones de riesgo y saber responder a ellas de modo positivo, rechazando la tentación de consumo. Por medio de un programa específico de actividades se va interiorizando en la persona el control sobre sus impulsos adictivos, y la modificación de comportamientos y conductas que previamente han llevado al consumo.
Prevención de recaídas.
Es una segunda parte del TCC. Su acción se centra en realizar un análisis funcional de la adicción y entrenar a la persona en habilidades preventivas. Se trata de que se logre lidiar con las presiones o problemas personales / sociales que lo puedan llevar a una recaída en el consumo.
Entrevista motivacional
Psicoterapia adecuada para consumidores con adicción a drogas. Ideal para aplicar en la primera fase del tratamiento, ya que estimula a la persona a generar un cambio en su estilo de vida, cambiando patrones y conductas. El individuo se dedica a hablar de sus intenciones para interiorizarlas y motivarse al escucharse y sentir que tiene claridad al respecto.
Terapia psicoanalítica
Indicada a personas en fases avanzadas de su recuperación y en periodos de abstinencia prolongados. Ayuda a reforzar la prevención de recaídas, al tratar asuntos internos o de la personalidad del individuo que puede incitarlo al consumo de drogas. Ideal para personas que no están totalmente conscientes de sus procesos internos y su modo de sentir y estar en el mundo.
Terapia interpersonal
Se basa en la premisa de que el entorno influye al individuo. Así, si éste cambia de ambiente y de relaciones interpersonales inestables y conflictivas, puede romper los patrones mentales que le llevan a consumir drogas.
Intervención familiar
Esta intervención psicoterapéutica apuesta por la implicación de las familias en la rehabilitación del adicto. Las relaciones familiares, así como las interpersonales más próximas, tienen un gran peso en su tratamiento. Para ello, desde los programas psicológicos, se trabaja a favor del buen funcionamiento familiar como inicio de la reinserción social del adicto en recuperación.
Por último, cabe destacar que la mayoría de las psicoterapias pueden realizarse de modo individual o de forma grupal. De hecho, suelen combinarse ambos formatos para reforzar la eficacia de la intervención psicoterapéutica dentro del tratamiento global de adicciones.
Por tanto, la finalidad de toda psicoterapia es combatir los factores de riesgo psicológicos que puedan tentar una recaída en el paciente; así como aportarle métodos e instrumentos que le ayuden a mantener una estabilidad psicoemocional a largo plazo. Lo que sin duda le permitirá alcanzar una reinserción social satisfactoria.
CONCLUSIÓN
La dependencia del consumo de sustancias psicoactivas es una enfermedad con un fuerte componente psicológico. Así, la mente y la personalidad del sujeto juegan un rol fundamental en el inicio, mantenimiento e incremento del consumo. Por ello, la psicoterapia resulta clave en todo el proceso de tratamiento de adicción. Siempre, claro está, insertada dentro de un programa de atención integral; es decir, que trabaje los aspectos biológicos, psicológicos y sociales del consumidor.
En efecto, desde la terapia psicológica se puede tratar la drogodependencia mediante técnicas de apoyo psicológico, reeducación de hábitos, autorregulación emocional, reducción de la ansiedad; etc. La finalidad de estos tratamientos psicoterapéuticos es la recuperación de la salud mental y el desarrollo personal de todo individuo que haya padecido una drogadicción.
Por consiguiente, la posibilidad de superar las dinámicas psicológicas perjudiciales ocasionadas por la adicción está al alcance de toda persona que desee rehabilitarse. Para ello, el primer paso es reconocer que se necesita ayuda profesional y solicitarla cuanto antes. La persona drogadicta ha de entender que su enfermedad puede ser tratada. Y que si se compromete con su sanación; si se cree posible de cambiar y mejorar sus condiciones de vida, ya tiene iniciado su camino de recuperación. El resto del trayecto lo hará acompañado por los profesionales del centro de desintoxicación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Redactora de comunicación en el Instituto Castelao.
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