Quien más, quien menos, tiene una idea de qué significa el término drogas. Sin embargo, su conceptualización suele ser bastante abstracta, indefinida; y, en muchos casos, asociadas a fines recreativos, lo que le resta su enorme grado de peligrosidad. Para aclarar dudas y dejar constancia de la problemática que reviste el uso de estas sustancias psicoactivas, vamos a analizar qué son realmente las drogas y sus efectos en nuestro organismo.
Qué son las drogas
Las drogas son sustancias psicoactivas que modifican o alteran nuestras funciones psíquicas y nuestros comportamientos naturales. En este aspecto, suele definirse a las drogas y sus efectos conjuntamente, pues estos últimos son los que definen a una sustancia como droga propiamente dicha.
Así, el consumo de drogas supone un cambio en el estado psicológico y emocional de la persona; lo que se reflejará en una alteración de su conducta habitual. Por ejemplo, el alcohol produce sensaciones de desinhibición y relajación; la cocaína provoca euforia y vigoriza nuestra energía; el hachís induce a una sensación de bienestar y altera nuestra percepción, etc.
Ahora bien, el riesgo que entraña el consumo de drogas se basa en el uso que se les dé y; sobre todo, en el abuso que se haga de ellas. Y es que las sustancias psicotrópicas encierran un gran poder adictivo; que incitará al usuario a repetir su consumo con una frecuencia y cantidad cada vez mayor.
Esto se debe a que actúan sobre la región cerebral del refuerzo o la recompensa, que genera poco a poco una adicción en el organismo. Al punto de que la ausencia de la droga traerá consigo una sensación de malestar o de efecto contrario al que provoca la sustancia. Así, la cocaína produce una sensación intensa de euforia o energía física; pero cuando sus efectos desaparecen, la persona puede experimentar una desagradable sensación de bajo estado de ánimo y fatiga.
Cuanto mayor sea la frecuencia de su consumo de sustancias, mayores serán los efectos adversos y destructivos que causan en el organismo. Tanto a nivel físico como mental y de comportamientos. Y sin embargo, a pesar de las consecuencias nefastas para la salud y la calidad de vida de la persona consumidora; ésta tendrá serias dificultades para detener su consumo, debido a los efectos adictivos o de enganche que poseen estas sustancias.
Diferencias entre drogas y fármacos
Resulta habitual en el habla profesional definir a las sustancias tóxicas y a los medicamentos bajo el sustantivo de drogas. Lo que genera cierta confusión en los ciudadanos. La etimología de esta palabra proviene de droogos, término holandés cuya traducción literal significa «seco»; una clara alusión al modo en que llegaban las hierbas venidas de América y que utilizaban los farmacéuticos para elaborar sus medicamentos.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud define a las drogas como toda sustancia química cuyo consumo produce modificaciones en el funcionamiento del organismo. Definición, que como vemos, puede aplicarse tanto a las drogas como a los fármacos medicinales.
Asimismo, puede coincidir que la composición de las drogas y los fármacos se basen en los principios activos de determinadas sustancias; que son los que provocarán los efectos deseados en el organismo. En muchos casos, de una planta se aíslan sus principios activos en un laboratorio; y se sintetizan sus estructuras químicas para utilizarlas en la creación de fármacos o drogas sintéticas.
Partiendo de esta base, la diferencia entre las drogas y los medicamentos reside en el uso terapéutico que se le da a los fármacos; mientras que las drogas implican un uso recreativo y sin ningún tipo de control medicinal.
Tipos de drogas y sus efectos sobre el sistema nervioso central
Dependiendo del efecto que las drogas causan en nuestro sistema nervioso central y a los receptores y neurotransmisores cerebrales que afecten; éstas pueden agruparse en tres tipos de sustancias:
Drogas psicoestimulantes
Aceleran o activan al sistema nervioso central e influye en el neurotransmisor cerebral de la dopamina. Los efectos más comunes de los estimulantes son euforia, vitalidad, desinhibición, irritabilidad, inquietud, insomnio.
En este grupo estarían las drogas como la cocaína y sus derivados, las anfetaminas, las metanfetaminas, el MDMA, la nicotina, etc. Pero también los estimulantes más ligeros como la cafeína y la teína, o las bebidas energizantes.
Drogas depresoras o psicosedantes
Provocan una inhibición en el sistema nervioso y actúan sobre el neurotransmisor cerebral GABA; lo que aporta sensación de relajación, tranquilidad, sedación, somnolencia o apatía.
A esta serie pertenecen los opiáceos y sus derivados —morfina, heroína, metadona—, los tranquilizantes, hipnóticos — barbitúricos—, ansiolíticos —benzodiacepinas—, inhalantes y el alcohol.
Drogas alucinógenas o psicodislépticas
Perturban el sistema nervioso y afectan al neurotrasmisor de la serotonina o la anandamidas. Su consumo produce alteraciones de consciencia, distorsión de la realidad y la percepción sensorial, desinhibición, alteración del estado de ánimo, alucinaciones y delirios.
Forman parte de esta tipología el cannabis y sus derivados —hachís, marihuana—, LSD, mescalina, el éxtasis o la ketamina. Y también algunas drogas naturales alucinógenas como el estramonio, la ayahuasca, la mandrágora o el iboga.
No obstante, las sustancias psicoactivas, más allá de los efectos placenteros que provocan a corto plazo, reviste una serie de consecuencias negativas. Así, a medio o largo plazo traen consigo la aparición de graves de problemas de salud física y mental; además se generan un cúmulo de circunstancias adversas para el desarrollo normal de la vida social del individuo. Los efectos indeseados sobre el organismo son numerosos, pueden desencadenar alteraciones o enfermedades irreversibles y pueden llevar a una muerte por sobredosis.
Clasificación de drogas legales e ilegales
Desde una perspectiva jurídica, las sustancias psicotrópicas se dividen en drogas legales o permitidas —como el tabaco y el alcohol— y drogas ilegales, cuya venta está prohibida y, generalmente también su consumo particular.
El estatus legal o ilegal de una droga depende de la legislación de cada país. En este aspecto, la marihuana es un ejemplo de droga lícita en algunos países, como los Países Bajos o Uruguay; mientras que en otros está prohibida, como es el caso de España.
Si bien esta catalogación es fuente de grandes controversias y debates, lo cierto es que la ilicitud de una sustancia viene respaldada por los efectos y daños que causan en la salud integral del individuo.
Por qué las drogas generan adicción
El motivo por el cual muchas sustancias psicoactivas son consideradas ilegales radica en su alto poder adictivo; es decir, en la capacidad que tienen las drogas de adueñarse de nuestro sistema nervioso central y descompensarlo. Lo cual lleva a que las personas pierdan el control de sus actos y las drogas dominen su vida.
Las drogas actúan sobre determinadas zonas del cerebro, según sea su tipología. Pero todas influyen en el sistema cerebral de recompensa, vinculado a los procesos que aportan satisfacción. También esta región cerebral tiene mucho que ver con nuestra capacidad de supervivencia. Así pues, el organismo percibe las drogas como una sustancia necesaria, porque supuestamente produce un refuerzo positivo, placentero. De esta forma, el cerebro elabora un mecanismo de refuerzo que demanda al sujeto volver a consumir la droga para sentir satisfacción.
Simultáneamente, en consumos continuados, el organismo genera tolerancia hacia la droga, es decir, sus efectos se van neutralizando; lo cual exige un incremento de la dosis para lograr los mismos efectos placenteros que provocaba al inicio del consumo. Así se va creando la adicción a las drogas.
Por tanto, el organismo va adaptándose a la presencia de la droga en el sistema de recompensa; lo que implica que si no hay nueva dosis, se genere una sensación de malestar físico y psicológico. Una especie de estado de alarma. Es el llamado síndrome de abstinencia, que, según cada sustancia química, se experimentará de un modo determinado. Así, el sujeto sentirá la necesidad compulsiva de seguir consumiendo para calmar las molestias que le produce su estado de abstinencia.
En suma, el individuo experimentará la necesidad de consumir drogas para no lidiar con el estado psico-emocional desagradable que le provoca su falta.
Factores que influyen en el consumo de drogas
Los efectos adictivos que produce una sustancia psicoactiva depende de varios factores.
Por un lado, están los factores individuales, que tienen que ver con las características personales, con la tendencia a consumir un tipo de droga específico. Por otro, los componentes químicos que contiene una sustancia, pues los hay más adictivos que otros. Y, finalmente, el uso que le demos a esas drogas. En este último aspecto, cabe mencionar la peligrosa vinculación que hace nuestra sociedad actual entre drogas y tiempo de ocio y disfrute.
Estos tres aspectos influirán sobremanera a la hora de crear dependencia y, por ende, en la dificultad que tengamos de abandonar su consumo.
Conclusión
Tiende a afirmarse que nunca existió una sociedad donde no hubiese drogas. Porque los sentimientos de aburrimiento, de angustia, de miedo a la soledad son inherentes al ser humano; y las drogas se muestran como un recurso socorrido para evadirlos o aplacarlos.
El problema es que un empleo abusivo de drogas, más pronto que tarde, genera adicción en la persona que las consume. Y la drogadicción es una enfermedad crónica que implica una dependencia física y psicológica. Porque el individuo depende del consumo de drogas para no sufrir los síntomas de la abstinencia.
Por lo demás, es un hecho constatado que las drogas alteran el funcionamiento normal del sistema cerebral y lo enferma. Algo que puede comprobarse en los escáneres cerebrales y cuando se compara el cerebro de una drogadicto con el de una persona con algunas enfermedades neurológicas, como el Parkinson. Ambos sufren déficit importantes en el área dopamínica, es decir, menor función mental.
Con todo, el peligro no radica tanto en qué son las drogas y sus efectos, sino en el uso que se haga de ellas; así como en la carencia de un buen manejo de la regulación psico-emocional de cada individuo para no hacer de las sustancia psicotrópicas un medio de evasión de la realidad. Ya que lo más probable será que terminen siendo una prisión de la cual costará mucho salir.
Referencias bibliográficas
- Builes Tejada, L. E., Londoño Herrera, M. E., Giraldo Giraldo, R. H., Osorio, G., & Yansury, M. (2012). Tipos y efectos de las drogas emergentes utilizadas por adolescentes y jóvenes en países de habla hispana. Recuperado de http://repository.ucatolicaluisamigo.edu.co:8080/jspui/bitstream/ucatolicaamigo/82/2/Uclam_CD-T155.232B9322012.pdf
- Corbin, J. A. (s/f). Tipos de drogas: conoce sus características y efectos. Recuperado de https://psicologiaymente.com/drogas/tipos-drogas-efectos
- Rubio, G. y Santo-Domingo, J. (2004). Todo sobre las drogas. Información objetiva para decidir y prevenir. Ediciones Martínez Roca. Madrid.
Redactora de comunicación en el Instituto Castelao.
gracias por la información por la contaminación social nos esta rebasando, y los niños inconsciente acuden a las drogas y así inician en el mundo de las drogas y en familia en las fiestas o por relajarse consumen alcohol y los niños presentes inician en el alcoholismo. es preocupante, dios los bendiga.
debemos ser responsables los padres para reducir el consumo.
Gracias por su comentario. Saludos.