En los centros Castelao desarrollamos diferentes abordajes terapéuticos, entre los que se encuentra la terapia grupal de adicciones solo para mujeres. Esto se debe a que resulta de suma importancia tener en cuenta el enfoque de género a la hora de tratar la enfermedad de la adicción. Ya que las mujeres tienen otro modo de procesar las emociones vinculadas a su dependencia.
la IMPORTANCIA de una TERAPIA DE GRUPO CON ENFOQUE DE GÉNERO
Las terapias de grupo cumplen una función primordial en los tratamientos de las adicciones. Pues favorecen la interacción, el apoyo emocional y la motivación entre personas que han vivido situaciones similares. Sin embargo, es recomendable aplicar un enfoque de género a la terapia grupal en adicciones. Dado que las mujeres drogodependientes presentan unas características psicológicas y emocionales diversas a las de los hombres, es necesario brindarles un espacio de contención y apoyo terapéutico exclusivo para ellas.
En este sentido, como toda psicoterapia de grupo, este tipo de intervención psicológica femenina persigue los mismos objetivos que el resto del abordaje terapéutico. A saber: lograr la recuperación total de las pacientes. Trabajando, para ello, en compartir su experiencia como consumidora de sustancias psicoactivas; aceptar su condición de persona enferma; encontrar el equilibrio emocional, fortalecer o recuperar sus habilidades sociales; y alcanzar una mayor calidad de vida gracias a su crecimiento personal y su regulación emocional, entre otros.
No obstante, no todos los tratamientos de recuperación contemplan la perspectiva de género en sus abordajes terapéuticos. Al igual que es muy reciente la literatura científica dedicada a explorar este tipo de diferenciaciones entre ambos géneros en lo que respecta a su proceso de rehabilitación.
En cambio, en los centros del Instituto Castelao siempre consideramos las necesidades terapéuticas particulares de nuestras pacientes, en tanto que su relación con la drogodependencia conlleva unas dinámicas específicas.
Así pues, no cabe duda de que los factores de género y el modo de gestionar su mundo emocional, mucho más complejo que el masculino, influyen de una forma específica. A fin de cuentas, la adicción es una enfermedad fundamental de índole emocional.
A continuación, profundizaremos más en la utilidad de realizar una terapia grupal en adicciones exclusivas para mujeres. Cuáles son sus características y qué beneficios reporta este tipo de intervenciones psicoterapéuticas con enfoque de género.
por qué es necesario una terapia grupal de adicciones específica para mujeres
La feminización de la drogodependencia es un fenómeno social reciente, si bien en continuo crecimiento. Actualmente, un tercio de las personas con problemas de adicción son mujeres. Aún así, la presencia femenina sigue siendo muy inferior en los tratamientos, lo que les impide superar su enfermedad.
Ello se debe a que no siempre se sienten cómodas ni lo suficientemente atendidas en las dinámicas diarias que se llevan a cabo en los centros. Puesto que éstas han sido diseñadas en función de las características de los varones. Por tanto, esa falta de atención concreta lleva al abandono temprano del tratamiento, impidiendo su recuperación total.
Sin duda, las mujeres muestran unas circunstancias de consumo propias y un modo de vivenciar esta experiencia a nivel emocional diferente a los hombres. De lo cual surge una necesidad de tratamiento determinadas y diferenciadas por el aspecto de género. De hecho, dichas particularidades femeninas influyen en su disponibilidad para someterse plenamente a los tratamientos de recuperación.
Así, las relaciones personales, las dinámicas familiares, las dificultades de separación, los sentimientos de abandono y la soledad en su recuperación, la baja autoestima,… Son cuestiones a contemplar a la hora de realizar cualquier intervención profesional y favorecer su permanencia en los centros de desintoxicación.
Sin olvidar que muchas mujeres con la enfermedad de la adicción pueden haber sufrido violencia de género, abusos físicos y sexuales y otras experiencias de maltrato. Así como situaciones complicadas o traumáticas que incluyen interrupción del embarazo, dejadez en el cuidado de los hijos; ejercicio de la prostitución como modo de supervivencia y medio para obtener su droga, etc.
Asimismo, en las mujeres se comprueba que existe una mayor prevalencia de trastornos psicológicos o psiquiátricos. Entre los que sobresalen: ansiedad, depresión, estrés postraumático, intentos de suicidio y trastornos de la alimentación. Todo lo cual ha de ser abordado en profundidad durante toda intervención terapéutica, tanto en terapia individual como en terapia grupal.
DINÁMICAS DE LA TERAPIA GRUPAL DESTINADA A MUJERES ADICTAS
Hay que partir del hecho de que las mujeres se sienten incómodas cuando deben relatar suceso íntimo delante de los compañeros masculinos. En gran parte, por su sentimiento de culpabilidad o vergüenza y, en parte, porque saben que pueden generar rechazo o duras críticas en los hombres.
Y es que no debemos perder de vista que las mujeres drogodependientes padecen un doble estigma: por su enfermedad y por ser mujeres. Siempre, desde las dinámicas socioculturales, se les reprocha más a ellas su adicción a las sustancias tóxicas y ciertos comportamientos disfuncionales vinculados a su necesidad de consumo. Influencias y moralismo sociales que repercuten negativamente en la psique de las mujeres e impiden que se abran emocionalmente en grupos donde coinciden con pacientes varones.
Por consiguiente, la mujer muestra mayor tendencia a esconder su realidad —y sus necesidades emocionales— transmitiendo una imagen ficticia para evitar el rechazo de sus compañeros varones. Es evidente en ellas una necesidad de ser aceptadas y acogidas por el entorno. Así, se comprueba que cuando hay hombres en las terapias grupales proyecta una imagen más restringida.
Ello también se vislumbra en su incomodidad por tratar vivencias peliagudas que relacionan su condición de persona adicta con situaciones de abusos, prostitución o desatención de sus hijos . Sin embargo, entre las propias mujeres, sí tienden a hablarlo sin tapujos y con auténtica franqueza.
De ahí que la terapia grupal de adicciones solo para mujeres sea tan positiva para ellas. Pues son un espacio de inclusión y acogimiento, donde no sienten la presión por ocultar nada. Entre todas las pacientes se escuchan, se aconsejan, se sienten aceptadas y pueden ser totalmente honestas. Por ende, las intervenciones terapéuticas son más exitosas y profundas, lo que permite evolucionar mucho más rápido en su mejoría.
BENEFICIOS DE LAS TERAPIA GRUPAL EN ADICCIONES CON PERSPECTIVA DE GÉNERO
La terapia grupal en adicciones brinda numerosos beneficios para todos los miembros que la conforman. Uno de ellos es explorar y trabajar la sociabilidad del sujeto con los demás. Así como incentivar a las personas adictas a reflexionar sobre su enfermedad, pedir ayuda y dar ayuda a otras personas.
En este sentido, este tipo de terapia complementa a la perfección a la terapia individual. Sin embargo, la terapia de grupo ofrece una experiencia más enriquecedora y motivadora para estimular el cambio en la vida de la persona adicta. Por una sencilla razón: ve como otros miembros del grupo están logrando su meta terapéutica y dejan atrás su dependencia.
Por lo demás, en los grupos terapéuticos se puede encontrar un gran apoyo y una comprensión total a sus circunstancias cuando el grupo está cohesionado. Y es que en ella se conocen a personas que han pasado vivencias similares, lo que ayuda a que los miembros se sientan más comprendidos. Y al no estar rodeadas de varones, ellas no sienten tanto reparo en expresar ciertas experiencias vividas, que pueden ser más estigmatizadas a nivel social por ser mujeres.
En general, la terapia grupal aporta una serie de herramientas terapéuticas que promueven el desarrollo personal de los pacientes o miembros. Entre sus múltiples beneficios destacan:
- Generar esperanza y motivación en los miembros del grupo.
- Compartir información valiosa.
- Compartir experiencias personales que inspiren a los demás y fomentar la conducta imitativa y el intercambio de perspectivas.
- Crear lazos relacionales que incentiven la generosidad grupal
- Desarrollar técnicas de habilidades sociales.
- Promover el aprendizaje individual.
- Aportar un espacio de comprensión y pertenencia.
- Servir de catarsis para la sanación o superación del problema adictivo.
DANDO VOZ Y ESPACIOS DE INCLUSIÓN A LAS MUJERES DROGODEPENDIENTES
Es un hecho constatado que en los últimos años asistimos a un aumento progresivo del fenómeno de la feminización del consumo de sustancias psicoactivas. En efecto, cada vez son más mujeres las que consumen drogas y solicitan ayuda profesional en los centros de adicciones.
Sin embargo, las mujeres siguen manifestando más dificultades para acceder y continuar en el tratamiento de desintoxicación que los hombres. Las causas de estos obstáculos se hallan en la aparición de factores de índole sociales, personales y culturales de las usuarias. Pero también por las características de muchos de los programas de tratamiento, ya que contienen sesgos androcéntricos.
Considerar la perspectiva de género en gran parte de las intervenciones que completan los tratamientos de las adicciones es fundamental para garantizar el éxito en la recuperación de las mujeres. Pues la incorporación o no de las diferencias y especificidades vinculadas al género permiten atender a las auténticas necesidades de tratamiento de las mujeres.
Es por ello que se debe apostar por crear terapia de grupo en adicciones exclusivas para mujeres, donde se sientan confortadas y seguras. Donde ellas sientan que disponen de un espacio íntimo y de confianza para hablar de su adicción y sanar desde el respeto y la empatía. En este aspecto, lo maravilloso de los grupos de apoyo es que ofrecen un microcosmos real, donde ellas pueden sentirse incluidas, comprendidas y no juzgadas.
Y lo que resulta de gran importancia: donde puedan disponer de relaciones de apoyo con distintos tipos de personas. Pensemos que gran parte de las mujeres adictas adolecen de escaso o nulo apoyo familiar y/o social para realizar un tratamiento y superar su dependencia. Entonces, las terapias de grupo, así como el ingreso en un centro de recuperación, les provee de nuevas redes sociales y relaciones interpersonales que les serán de gran ayuda en su proceso terapéutico de rehabilitación.
REFERENCIAS CONSULTADAS
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- Eskildsen Alfaro, M. (2004). Terapia grupal para mujeres adictas tendiente a disminuir los síntomas de ansiedad y depresión que dificultan su proceso de recuperación. Recuperado de https://bit.ly/3BBBJaW
- Palacios, L. (2000). Abordaje psicoterapéutico de la adicción femenina. Recuperado de https://bit.ly/3Il75VG
- Ropero, J. J. B. & al. (2017). Terapia de grupo con mujeres con trastorno por consumo de alcohol en una unidad de psicoterapia: un análisis del discurso. Recuperado de https://bit.ly/3LRZhx6
- Santamaría, E. A., & Redondo, P. M. (2019). Mujeres y drogas: Manual para la prevención de recaídas con perspectiva de género. Recuperado de https://bit.ly/3I9a7wp
Redactora de comunicación en el Instituto Castelao.
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