Qué es la ketamina y cuál es su uso habitual
La ketamina es un medicamento de uso común entre los profesionales sanitarios para sedar el sistema nervioso central de los pacientes doloridos. Se utiliza con frecuencia como sedante manso —en dosis pequeñas— o anestésico disociativo en intervenciones quirúrgicas —en dosis altas. Pero especialmente se usa entre los veterinarios para intervenir a animales de gran tamaño, como los equinos.
La Ketamina procede de la fenciclidina, sustancia que detenta un gran poder anestésico. Se ha ido empleando en la práctica clínica desde 1965, primero en el ámbito veterinario. Posteriormente, se ha aplicado en la medicina para tratar a las personas. De hecho, se utiliza como anestésico suave en el sector de la pediatría y la geriatría. Asimismo, estudios recientes están demostrando su utilidad para tratar enfermedades psicológicas como la depresión.
Fuera de los ambientes legales de su aplicación, esta droga es consumida de forma recreativa como una sustancia alucinógena. Dicho consumo comenzó en la década de los ochenta y se ha extendido hasta nuestros días. Si bien, durante el siglo XXI su consumo se ha popularizado en festivales de música electrónica y en locales de ocio nocturno.
Efectos de la ketamina
La ketamina anestesia los sentidos y altera diversas funciones cerebrales, dada su capacidad hipnótica. No obstante, su peligro radica en los efectos neurotóxicos que causa si se emplea de modo incorrecto. Ello se debe a que la ketamina afecta sobre todo al neurotransmisor denominado glutamato, que se encarga de la comunicación neuronal.
Así, en dosis bajas, la ketamina aumenta los niveles de glutamato, lo que provoca efectos alucinógenos. Es decir, pérdida de contacto con la realidad. Pero en dosis más altas puede generar un bloqueo del neurotransmisor, lo que se manifiesta en forma de sedación del sistema nervioso. Sin embargo, si se utiliza sin control puede actuar como un potente anestésico general, lo que llevaría a un estado de coma.
A continuación vamos a conocer detalles sobre qué es la droga ketamina que se consume en los ambientes de ocio. Cuáles son algunos de sus efectos y sus modos de consumo.
La ketamina como droga recreativa
Fuera de los contextos sanitarios, la Ketamina ha ido cobrando mayor popularidad. Sobre todo en los circuitos de festivales y locales recreativos donde se consume como una droga de síntesis. Pero también, aunque en menor medida, se consume ketamina en espacios domésticos, donde es utilizada como relajante.
En los circuitos de ocio, esta sustancia alucinógena se emplea como recurso recreativo. Se la conoce con el nombre de Keta. Y suele combinarse con otras sustancias psicoactivas como alcohol, tabaco, cocaína, speed o cannabis, entre otras.
Consumida en una dosis correcta, los efectos de la ketamina producen sensaciones alucinatorias placenteras. Una intensa experiencia psicodélica, según señalan quienes la han probado. Aunque también suele provocar sensación de adormecimiento de las extremidades inferiores y superiores.
Uno de los motivos por los cuales se emplea la ketamina es por sus atractivos efectos hipnóticos, e incluso analgésicos. Al contrario que otras drogas alucinógenas, a priori no produce depresión respiratoria ni lleva a perder el control o la consciencia.
No obstante, todo depende de conseguir dar con la dosis perfecta para obtener sensaciones meramente satisfactorias. Algo que no siempre es fácil de calcular. Ahí estriba su gran riesgo.
Además si el usuario también consume otras sustancias tóxicas durante la misma jornada, sus efectos pueden ser muy nocivos. De hecho, las muertes asociadas al consumo de ketamina realmente fueron provocadas por combinarla con otras drogas.
Como muchas sustancias psicoactivas, esta droga tiene una gran capacidad de producir tolerancia, es decir, puede desarrollar una adicción. Ya que el organismo va adaptándose a los efectos de la droga, atenúandolos. Por tanto, para experimentar los efectos iniciales, el organismo necesitará más cantidad de ketamina. Lo que se traduce en aumentar la frecuencia de consumo, lo que acaba convirtiendo su uso en un hábito o una adicción.
Formas de presentación de la ketamina
Un importante factor de riesgo asociado al uso de esta sustancia reside en su vía de administración. Y es que no solo se consume en forma de pastillas. En este sentido, cada forma de administración provoca unos efectos distintos y, si no se conocen, puede resultar peligrosa.
A nivel farmacéutico, el hidrocloruro de ketamina se presenta en forma de líquido incoloro. Sin embargo, en el mercado ilegal, se ofrece con diversas formas de presentación. La más habitual es a modo de cápsulas o comprimidos, similar al de otras drogas sintéticas. Pero también puede adquirirse en formato líquido, en spray, en forma de polvo o cristales —clorhidrato de ketamina.
Vías de administración de la ketamina
En cuanto a las vías de administración, esta sustancia puede aplicarse por vía intramuscular, intravenosa, pulmonar, nasal o por vía oral.
Así, en su forma líquida se administra por vía intramuscular o intravenosa. Cuando la ketamina en polvo se fuma, la droga entra en el organismo por vía pulmonar. Asimismo, su forma en polvo puede ser inhalada por vía nasal. Finalmente, puede consumirse por vía oral si se ha adquirido en forma de comprimidos.
El clorhidrato de ketamina se obtiene de calentar a fuego lento el hidrocloruro de ketamina. Así, una vez que el líquido se haya evaporado, se convierte en granos de sal —cristales— de color blanco. Dichos granos se muelen hasta pulverizarlos. De este modo, el clorhidrato de ketamina se comercializará así, en polvo —para esnifarlo—, o en formato de comprimidos o cápsulas.
Sus efectos psicodélicos o hipnóticos pueden durar entre dos y cuatro horas, dependiendo de la vía de administración utilizada.
Asimismo, como tiende a ser habitual con las drogas ilícitas, lo que se vende como keta resulta no serlo. O, al menos, no serlo en estado puro. En efecto, en muchos casos, suele estar cortada por otras sustancias diferentes. Lo cual implica cierto riesgo, que se suma al peligro de no saber controlar la dosis indicada.
Y es que aquellos usuarios que tienen costumbre de esnifar cocaína, pueden calcular mal la cantidad de Ketamina. Ya que consumir una dosis de ella similar a la de la cocaína puede suponer un gran peligro para el usuario. Pues, se considera una dosis demasiado alta de ketamina.
Entre las peores consecuencias de una sobredosis de este analgésico destacan: confusión, delirios, ansiedad, pérdida del autocontrol o ataques de pánico.
Conclusión
La toxicidad de esta droga viene avalada por los efectos nocivos que la ketamina produce en el organismo. Dado que estos efectos son tan variables y multifactoriales, los presentaremos aparte, en una entrada posterior.
No obstante, conviene adelantar que sus consecuencias dependen de diversos factores que interactúan unos con otros. En ellos, la dosis consumida, la vía de administración, la calidad de la droga y de las características propias del consumidor. Sin infravalorar los efectos adversos relacionados con la combinación de la ketamina con otras sustancias tóxicas.
Asimismo, como sustancia capaz de afectar a diversos receptores cerebrales y producir alucinaciones y sedación corporal, resulta altamente peligrosa. Pues, una dosis más alta de lo requerido puede generar muchos efectos impredecibles e indeseados. Además de consecuencias para la salud física y mental del individuo, tanto a corto plazo como, sobre todo, a largo plazo.
Referencias consultadas
- Codrea-Rado, A. (2018). Todo lo que debes saber antes de tomar ketamina. Recuperado de https://www.vice.com/es/article/kb575a/ketamina-como-te-afecta-precaucion
- Jorge, Miguel (2019). Qué hace la ketamina en el cerebro, la esperanza contra la depresión, conocida como tranquilizante para caballos. Recuperado de https://es.gizmodo.com/que-hace-la-ketamina-en-el-cerebro-la-esperanza-contra-1834073846
- Royo-Isach, J., Magrané, M., Domingo, M., & Cortés, B. (2004). La «keta» (ketamina): del fármaco a la droga de abuso. Clínica biopsicosocial del consumidor y algunas propuestas terapéuticas. Recuperado de https://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-la-keta-ketamina-del-farmaco-13064530
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