El consumo de drogas comienza en muchos casos en la adolescencia. Es por ello que desde el sector de la educación, especialmente en la escuela primaria, se puede prevenir su consumo, educando y sensibilizando a los menores sobre esta problemática. ¿Pero por qué la prevención de drogas en las escuelas resulta una acción social tan efectiva? Porque los centros educativos pueden influenciar positivamente en los niños y adolescentes, dándoles motivos para aprender a vivir sin drogas.
PREVENCIÓN DE LA ADICCIÓN A LAS DROGAS EN LAS ESCUELAS
Está recogido en diversas estadísticas e investigaciones mundiales, que el consumo de sustancias psicoactivas comienza, en muchos casos, en la adolescencia. Tras constatar el fracaso de las políticas punitivas en materia de drogas, se considera a la educación, la prevención de consumo y la reducción de riesgos la mejor solución. En otras palabras, la prevención de drogas en las escuelas se vislumbra como una intervención socioeducativa mucho más efectiva que cualquier censura.
El tabaco es la droga que sirve de puerta a otros consumos, a la cual le sigue el consumo de alcohol y de cannabis. No se conoce un motivo específico que predisponga a los adolescentes a iniciarse en las drogas. De hecho, muchos otros no caen en esa práctica. Sin embargo, se sabe que existe una estrecha relación entre factores de riesgos, comportamientos problemáticos y consumo de drogas. Y desde las aulas pueden detectarse los problemas tempranos de conducta —actitud violenta, fracaso escolar, actividad delictiva… Lo que alerta sobre una posible propensión a las sustancias adictivas.
Sin duda, las escuelas son el espacio idóneo para difundir informaciones y estrategias de prevención eficaces en materia de prevención del consumo de sustancias psicoactivas. Tal como reconocen la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Gracias a esta acción educativa, niños y adolescentes pueden disponer de una formación sólida sobre las drogas. Asimismo, serán dotados de una actitud crítica y consciente que les permita integrarse paulatinamente en la vida adulta de una manera sana.
Y es que, entre las muchas áreas que refuerza la educación sobre las drogas están: la adquisición de un sentido crítico ante la publicidad y la información que circula en la redes sociales; la capacidad de saber decir no ante la presión del grupo; el contar con una autoestima sólida, etc. En suma, desde los centros educativos se puede ayudar muchísimo a prevenir el consumo de drogas y todas sus nefastas consecuencias.
EDUCACIÓN SOBRE LAS DROGAS: HACIA EL COMPROMISO DEL SISTEMA EDUCATIVO
Según la UNESCO «La educación sobre las drogas consiste en la puesta en marcha de mecanismos apropiados para asegurar la formación o el desarrollo dentro de la óptica de promoción de la salud colectiva; con el objetivo explícito de reducir la demanda de drogas». Esta definición data del año 1986, así pues, hace casi cuatro décadas que la UNESCO viene promoviendo la intervención educativa para evitar la drogodependencia.
La educación sobre las drogas se basa en principios y estrategias para la acción educativa propios de la educación para la salud y la acción comunitaria. Esto se debe a que la escuela es un elemento social más de la comunidad en general, junto con la familia, los servicios sociales, sanitarios, etc.
En este sentido, la educación para la prevención de drogas en las escuelas primarias debe ser considerada como un eje transversal del currículo académico. De hecho, como contenido transversal que impregna a las materias escolares fundamentales, suele inscribirse dentro del programa de educación para la salud. Ya que la escuela primaria supone un espacio ideal para fomentar en el alumnado, padres, madres y profesorado el autocuidado y el estilo de vida saludable.
Así, a través de la reflexión didáctica y la acción educativa interdisciplinaria se otorgan conocimientos y herramientas que aportan una formación precisa sobre las drogas. Y, por ello mismo, un modo asertivo de rechazarlas.
Es necesario que los menores entiendan qué consecuencias genera el consumo de drogas. Haciendo especial énfasis en el tabaco, el alcohol y el cannabis, puesto que estas son las sustancias tóxicas con las que los menores se inician en las drogas. Pero también es fundamental que los educandos sepan que la drogodependencia es una enfermedad para la cual se necesita ayuda especializada para tratarla.
OBJETIVOS DE LA PREVENCIÓN DE DROGAS EN LAS ESCUELAS PRIMARIAS
Así las cosas, desde los centros educativos se puede fomentar la conciencia sobre los efectos de las sustancias psicoactivas. Pero también han de erigirse como un entorno de apoyo a los menores, enseñándoles cómo abordar la presión social, la gestión de riesgos y situaciones estresantes en su vida.
Este último aspecto resulta de gran importancia, ya que la adolescencia es una etapa de la vida que puede resultar muy estresante, dado los diversos cambios que la componen. Y, como hemos mencionado muchas veces, el estrés puede ser una causa del consumo de drogas. De ahí que el profesorado debe implicarse en promover la inteligencia emocional y, especialmente, una actitud positiva ante el manejo de frustraciones.
No obstante, los objetivos generales que pretende alcanzar todo programa transversal de educación sobre las drogas son:
- Formar al alumnado en conocimientos, actitudes y conductas que contribuyan a optar por un estilo de vida sano.
- Enseñar a vivir de un modo saludable y satisfactorio a los niños y adolescentes para que aprendan a declinar el uso de sustancias tóxicas.
- Proporcionar información básica y fidedigna a menores, familias y la comunidad en general sobre la problemática que representan las drogas.
- Promover una mejor comprensión de los problemas causados por las sustancias psicoactivas y los factores que impulsan su consumo para contrarrestarlos.
- Mostrar a los niños las consecuencias que provocan las drogas, no solo en su cuerpo o su vida; sino en su familia y en la sociedad en general. De esta manera, se trabajará la responsabilidad individual y social de los educandos.
- Reforzar la autoestima, el autoconcepto, la seguridad personal y el sentido crítico de los menores para no ceder a las presiones sociales.
- Proponer a los niños y adolescentes alternativas de ocio saludable que respondan a sus deseos y necesidades lúdicas.
- Instruir desde lo positivo que resulta vivir libre de drogas o adicciones. Esto implica evitar caer en dramatismos y censuras a la hora de hablar del mundo de las drogodependencias, ya que sabemos que la prohibición per sé suele despertar la curiosidad.
SUGERENCIAS PARA LA PREVENCIÓN DE DROGAS EN LAS ESCUELAS
Para llevar adelante un proyecto de intervención educativa de prevención de drogas, primeramente, hace falta saber transmitir, comunicar, impulsar y hasta contagiar las ganas de mantener una vida sana.
Así como se instruye a los menores en el conocimiento de multitud de disciplinas, se debe fomentar desde las mismas la prevención de las drogodependencias. Pero siempre partiendo del uso de materiales didácticos y estrategias educativas acordes con las edades del alumnado y los ciclos educativos. A la vez que se ha de estimular en todo momento la participación y la actitud reflexiva de los niños o adolescentes.
Numerosas investigaciones demuestran que los adolescentes consideran a las drogas legales —tabaco y alcohol— más inocuas que las sustancias ilícitas como la cocaína, las drogas de diseño o la marihuana. De ahí que educar en los peligros del tabaquismo y el alcoholismo sea el mejor punto de partida, a fin de combatir su amenaza como sustancias iniciadoras.
Asimismo, entre el alumnado preadolescente o adolescente, conviene ofrecer o enseñar alternativas de ocio y disfrute del tiempo libre sanas. Desde actividades deportivas hasta programas culturales o lúdicos.
Un material de extraordinario valor para impartir estas cuestiones en las aulas es la publicación titulada «Buenas políticas y prácticas en educación para la salud. Respuestas del sector de la educación frente al consumo de alcohol, tabaco y drogas». Publicada en 2017 por la UNESCO, brinda una recopilación de ejemplos de políticas y prácticas internacionales que se han revelado muy efectivas en el sector educativo.
LA EDUCACIÓN COMO BALUARTE DE UNA SOCIEDAD SIN DROGodependencias
Sin duda, la prevención de drogas en las escuelas y otros centros educativos es necesaria para conseguir una sociedad libre de sustancias adictivas. Y es que como espacio de convivencia social de nuestros menores, las escuelas mantienen una relación muy estrecha con el entorno comunitario; pero, además, cuentan con otra gran ventaja: las escuelas llegan allí donde los servicios sociales o comunitarios no tienen acceso. Es por ello que toda acción social llevada a cabo en los centros educativos tendrá un impacto muy positivo en la sociedad presente y futura.
Con la acción preventiva escolar no solo se refuerza el estilo de vida saludable en los menores; sino que, sobre todo, se podría ejercer mayor presión comunitaria para eliminar aquellas influencias socioculturales perniciosas que estimulan el consumo de drogas. Como, por ejemplo, la publicidad, los espacios recreativos o de ocio nocturno, los establecimientos que incitan al consumo, etc.
Pero para que su intervención sea eficaz, ha de promover la responsabilidad individual —del alumnado— y la responsabilidad colectiva —del resto de los actores y actrices sociales implicados en la vida de los educando.
O, dicho en otros términos, es preciso que todo programa de educación sobre las drogas centre sus esfuerzos en incentivar la autoestima y la solidaridad. Ya que la asunción y práctica de ambas cuestiones promueve la toma de decisiones positivas y asertivas; entre las cuales se incluye la capacidad de disfrutar de la vida sin depender de ninguna sustancia.
REFERENCIAS CONSULTADAS
- Campus Educación (s/f). Prevención del consumo de drogas en la escuela. Recuperado de https://bit.ly/3Hzx8Ih
- Medicina de familia en la red (2014). Nuevas políticas sobre drogas: educación mejor que prohibición. Recuperado de https://bit.ly/3JyCB3G
- UNESCO (2018). ¿Cómo el sector de la educación debe hacer frente al consumo de alcohol, tabaco y drogas? Recuperado de https://bit.ly/3JDkutl
Redactora de comunicación en el Instituto Castelao.
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