En los últimos años el mercado de estimulantes de tipo anfetamínico se ha caracterizado por la aparición de varias sustancias químicas nuevas. Se conocen como drogas de diseño, euforizantes legales, hierbas euforizantes, sales de baño, productos químicos de investigación y reactivos de laboratorio. A fin de promover una terminología clara para estas sustancias se les llama Nuevas Sustancias Psicoactivas (NSP) y son sustancias no controladas por la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes ni por el Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971, pero que pueden suponer una grave amenaza para la salud pública.
Categorías de Nuevas Sustancias Psicoactivas
- Cannabinoides sintéticos: son receptores agonistas de cannabinoides que producen efectos similares a los del THC –principal componente psicoactivo del Cannabis-. Normalmente estos cannabinoides son mezclados con productos herbarios y vendidos bajo el nombre de Spice, k2, Kronic, etc.
- Catinonas sintéticas: la catinona es un componente activo de la planta Khat, una sustancia internacionalmente controlada a partir de la cual se elaboran las catinonas sintéticas. Generalmente tienen efectos estimulantes.
- Ketamina: es un anestésico humano y veterinario que actúa como un estimulante en dosis bajas y como un alucinógeno en dosis altas.
- Fenetilaminas: contienen sustancias relacionadas con la anfetamina y metanfetamina y produce generalmente efectos estimulantes. La modificación de estos compuestos puede dar lugar a alucinógenos como el Bromo-Dragonfly.
- Piperazinas: son sustancias vendidas como éxtasis por sus propiedades estimulantes del sistema nervioso central.
- Sustancias de origen vegetal: forman parte de este grupo las sustancias con propiedades psicoactivas.
efectos de las sustancias psicoactivas
El mecanismo de acción y sus efectos dependen de su estructura química concreta y su intervención sobre algunos puntos del sistema nervioso central. Por ejemplo, las fenetilaminas, piperazinas y catinonas liberan catecolaminas e inhiben su recaptación. Aunque los efectos varíen según los puntos de interacción de la sustancia, son fundamentalmente de tipo psicoestimulante, alucinógeno y sedante.
consecuencias del uso de sustancias psicoactivas
El consumo de sustancias psicoactivas es un reto para la salud pública ya que las consecuencias no afectan sólo al individuo, sino a todo su entorno y a la sociedad en general. El uso y abuso de drogas emergentes es un problema importante debido a que no son ilegales, se pueden sintetizar fácilmente, su consumo no es seguro, se difunden mediante las nuevas tecnologías y el mercado en la Unión Europea es único.
La situación reglamentaria de una sustancia es clave para su abordaje, y para que una droga se considere ilegal debe incluirse en los Convenios elaborados al respecto de Naciones Unidas, perteneciendo a familias de sustancias con formulaciones químicas concretas. Lo que sucede es que la mayoría de sustancias psicoactivas emergentes no cumplen este requisito, con lo cual las instituciones encargadas del control y la seguridad no pueden intervenir sobre ellas de la misma forma en que intervienen sobre drogas ilegales.
En definitiva, son alegales: es decir, no son legales al no estar reguladas y prescritas por ley, ni son ilegales ya que tampoco están incluidas en los Convenios pertinentes.
En todos los casos, estas sustancias son creadas y manipuladas en laboratorios clandestinos e incluso domésticos en manos de aficionados, en nulas condiciones higiénicas. Además, estas drogas son puestas en el mercado sin haber sido testadas respecto a sus efectos en humanos.
La falta de información y el desconocimiento general que envuelve todo lo relativo a las Nuevas Sustancias Psicoactivas dificulta establecer medidas de limitación de su circulación.
Ámbito internacional
La Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito señala en su Informe Mundial la estabilidad en el uso de drogas tradicionales y un crecimiento alarmante de Nuevas Sustancias Psicoactivas. Países de todas las regiones han alertado sobre la aparición de NSP en su territorio: por primera vez en la historia hay más sustancias psicoactivas identificadas pero no reguladas (251) que bajo control (234).
La rapidez a la que las NSP aparecen en el mercado imposibilita aplicar legislaciones punitivas por la lentitud que su tramitación requiere. Se puede decir, pues, que el sistema de control actual se ha visto desbordado por el fenómeno de las Nuevas Sustancias Psicoactivas y, por lo tanto, queda mucho trabajo por hacer en este ámbito.
Bibliografía
UNODC (United Nations Office on Drugs and Crime), s/f. Información básica sobre nuevas sustancias psicoactivas.
González Alonso, J. y Llorens Aleixandre, N. (2015). Plan Nacional Sobre Drogas. Las nuevas sustancias psicoactivas: Un reto para la salud pública. El sistema español de alerta temprana (SEAT).
Redactora de comunicación y Community Manager en el Instituto Castelao.
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