
Ayudar a personas que combaten sus adicciones nos obliga a estar constantemente informados sobre las nuevas drogas que se popularizan dentro y fuera de nuestro país. En el mundo tan globalizado en el que vivimos en la actualidad tiene la particularidad de que la droga cuyo consumo se extiende en un país pronto alcanzará el vecino. De este modo, no hay lugar libre del peligro de acabar cayendo en las garras de una droga. El consumo de benzodiacepinas en España es tan alto que han convertido al país en líder mundial. Por esta razón, hoy, desde el blog de Instituto Castelao, nos detenemos a tratar el tema de cómo llega a nuestro continente y nuestro país desde el origen la droga zombi, el fentanilo: EEUU a Europa desde Asia.
Qué es el fentanilo
Aunque no es la primera vez que mencionamos esta sustancia en uno de nuestros posts, e incluso hemos dedicado alguno a explicar qué es el fentanilo, conviene recordar de qué tipo de droga estamos hablando antes de abordar este tema.
El fentanilo es un analgésico opioide sintético (fabricado, por tanto, en laboratorio) que se utiliza para el alivio del dolor severo. Al ser más potente que la morfina, en torno a entre 50 y 100 veces más, y que otros opioides naturales, resulta particularmente efectivo en situaciones como cirugías y cuidados paliativos. Sin embargo, puede ser también verdaderamente peligroso. No solo por su alta capacidad de generar adicción, sino por su elevado riesgo de sobredosis. Especialmente cuando se consume de manera indebida o se mezcla con otras sustancias.

El peligro del fentanilo
El consumo de fentanilo ha generado una crisis de salud pública en algunos países. En estos lugares se ha convertido en una de las drogas más mortales, debido a su capacidad para deprimir el sistema respiratorio con gran velocidad.
Y es que el fentanilo aparece mezclado con otras sustancias, como cocaína, heroína o pastillas adulteradas. De este modo, a menudo lo consumen tanto quienes buscan consumirlo como quienes no.
El fentanilo en EEUU y sus consecuencias
Hace pocos días saltaba la triste noticia del fallecimiento del joven y prometedor actor Angus Cloud. Nacido en Oackland, California, el 10 de julio de 1998, fue descubierto mientras trabajaba en un restaurante de Nueva York por la directora de casting de Euforia. No deja de ser curiosa esta noticia, pues en esta popular serie de televisión de la plataforma HBO, Cloud interpretaba el papel de un traficante de drogas con buen corazón. Y fueron precisamente las drogas las que acabaron con la vida de este joven, puesto que su muerte se produjo por una intoxicación aguda fruto de la combinación de metanfetaminas, cocaína, fentanilo y benzodiacepinas. O al menos esa fue la conclusión a la que llegaron desde la Oficina del Forense de Oakland, lugar donde se produjo el fallecimiento.
Euforia, de hecho, aborda temas oscuros como la adicción, la salud mental y la vida de los adolescentes contemporáneos. La trama sigue a Rue Bennett, una joven que lucha contra su adicción a las drogas, mientras explora la vida de sus compañeros de escuela, quienes enfrentan asimismo desafíos tanto personales como emocionales. La serie profundiza en cuestiones como la identidad de género, la sexualidad, la relación con las redes sociales y la presión social. A través de un enfoque crudo y realista, Euforia ofrece una visión impactante de la vida de los jóvenes en la actual. Un relato que se torna aún más crudo al pensar en el desenlace de uno de los actores que contribuyeron a darle vida.
El de Angus Cloud no es, por desgracia, un caso aislado.
Muertes por drogas en Estados Unidos
En el año 2021 se produjeron en Estados Unidos más de 106.000 muertes por sobredosis relacionadas con las drogas, entre las que se encuentran tanto los opioides recetados como las drogas ilícitas. En estas cifras podemos observar un marcado incremento en las muertes entre hombres, en torno al 69%. Por parte de las mujeres, si bien el crecimiento no es tan acusado, también se ha elevado la mortalidad como consecuencia del mismo. En 2022, el número de estadounidenses fallecidos por sobredosis ya rebasó los 110.000, y el fentanilo fue responsable de 83.000 de estas muertes.
Esto supone más del doble frente a las que tuvieron lugar tan solo 7 años atrás, en 2105, cuando eran algo más de 52.000. Es precisamente este año 2015 el que marca el punto de inflexión con respecto a las muertes por opiáceos, especialmente el fentanilo. Y es que las más de 70.000 muertes notificadas por causa de esta sustancia en 2021 eran menos de 10.000 antes de 2015.
Como podemos comprobar, en el caso del fentanilo, por desgracia la popularidad ha sido directamente proporcional a la mortalidad.
Es preciso matizar, sin embargo, que entran también dentro de esta cifra los opioides opioides naturales y semisintéticos y la metadona. Esto es, los opioides con prescripción médica. Y también la heroína y los opioides sintéticos distintos de la metadona, dentro de los cuales se enmarcaría el fentanilo.
La ruta del fentanilo: de Asia al resto del mundo
Este verano, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó cargos contra cuatro empresas chinas, entre las que se encuentra Amarvel Biotech, por su participación en la producción, distribución y venta de precursores químicos utilizados en la fabricación de fentanilo. Según los estadounidenses, dichas empresas intentaron ocultarlos para eludir la aduana, y ofrecían asesoramiento sobre la transformación de precursores en fentanilo a fabricantes de México y Estados Unidos.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos pudo presentar cargos contra estas empresa chinas gracias a una operación que parece salida de la mente de un guionista de Hollywood. Y es que un cliente había pagado 5.000 dólares a la empresa Amarvel Biotech como adelanto para un negocio según el cual pretendía adquirir suficiente fentanilo como para «inundar Nueva York» con esta droga. Los ejecutivos de Amarvel Biotech se mostraron interesados, y tras haber percibido otros 40.000 dólares más, enviaron a California un cargamento de 210 kilos de precursores para fabricar la sustancia. Afortunadamente, el misterioso cliente era un informante de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). El cargamento fue decomisado a su llegada, y los ejecutivos de Amarvel Biotech, detenidos en Fiji, donde tuvo lugar otra reunión.
Cooperaciones —y tensiones— entre países
Esto no ha hecho más que tensar las ya de por sí complicada relación entre Estados Unidos y China, la cual podría estar utilizando la cuestión del fentanilo como una herramienta de presión geopolítica. A pesar de las acusaciones vertidas desde Washington, el gobierno chino parece no solo estar pasando por alto esta situación, sino estar negando a Estados Unidos la cooperación necesaria en un asunto de máxima importancia para la salud pública del país americano. No siempre fue así, puesto que en 2019, por presión de la Administración Trump, China agregó derivados de fentanilo a una lista negra de sustancias prohibidas. Prohibición que, en la actualidad, no parecen estar ejecutando en la actualidad de manera efectiva.
Tal vez esta hostilidad haya tenido que ver con la visita a Taiwán el pasado verano de Nancy Pelosi, portavoz de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Lo que parece innegable es que China es un importante fabricante de los precursores químicos necesarios para la fabricación de fentanilo, algo que ha quedado patente gracias a la detección de cargueros del país asiático en Hispanoamérica que portaban tanto drogas como dichos precursores. Esto ha llevado a Estados Unidos a buscar las medidas legales mencionadas.
La importancia de los países hispanoamericanos
En el vecino México no se libran de las consecuencias del fentanilo. A pesar de que el consumo en dicho país no es tan preocupante como en Estados Unidos, sí se ha convertido en receptor de los precursores necesarios para producirlo. Esto ha convencido al país en un polvorín en el que los cárteles de la droga se disputan el control de los puertos donde atracan los cargueros que transportan las sustancias.
Esto es más preocupante de lo que en un principio puede parecer, puesto que si los cárteles mexicanos consiguen producir fentanilo, eludiendo así las restricciones internacionales, estos podrán buscar proveedores no solo en China. Incluso aunque el gobierno de Xi Jinping se mostrara más dispuesto a colaborar, los narcotraficantes podrían buscar aliados en otros países asiáticos, como la India, la cual cuenta con una importante industria farmacéutica.
La situación, que amenaza con extenderse a otros países de Iberoamérica, se ha vuelto de una gravedad tan extrema que Washington amenaza con intervenir militarmente a su vecino del sur si el gobierno de este no toma medidas. Una acción de imprevisibles consecuencias. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por su parte, ha negado la producción de fentanilo en México. La evidencia, no obstante, sugiere lo contrario.
El fentanilo en Europa
Hasta la fecha, las incautaciones de fentanilo en Europa han sido testimoniales, algo que tiene que ver con la estrategia que los cárteles mexicanos han seguido de centrarse en Estados Unidos y enviar cocaína a Europa. Esto guarda relación con los fallecidos por por narcóticos en toda la UE. En el pasado año 2022, se produjeron algo más de 5.800 sobredosis.
Según Paul Griffiths, director científico del Centro Europeo de Observación de las Drogas y la Drogadicción (EMCDDA, por sus siglas en inglés), esto puede cambiar en cualquier momento. La razón la encontramos en la lejana Afganistán, donde los talibanes han dejado de cultivar opio. Esto podría llevar a una escasez de heroína en Europa que se tradujera en un aumento del consumo de fentanilo y otros opioides sintéticos en el viejo continente. No sería la primera vez, puesto que cuando los talibanes prohibieron el opio hace ahora 23 años, la escasez de heroína tuvo como consecuencia el incremento del consumo de fentanilo.
Cómo afrontar el problema del fentanilo
Dejando la geopolítica a un lado, la cual, como vemos, está fuertemente relacionada con el tráfico de drogas, el Programa Internacional del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) trata de afrontar esta crisis apoyando investigaciones que buscan comprender mejor las causas de la situación, prevenir y responder ante las graves consecuencias que el fentanilo está dejando en Estados Unidos. Del mismo modo, desde Europa, donde todavía no se ha extendido a una velocidad tan preocupante, deberíamos afrontar el problema y estar preparados antes de que esta devastadora sustancia se propague como una tormenta incontrolable. Y es que, aunque la presencia del fentanilo en Europa es limitada en comparación con Estados Unidos, no podemos subestimar el peligro que representa.
Para el Instituto Castelao, es fundamental abordar este desafío con empatía y determinación. La prevención y la educación son nuestras armas más poderosas. Debemos informar y concienciar a las comunidades, a los jóvenes y a las familias sobre los riesgos mortales del fentanilo y otras drogas sintéticas.
Además, es crucial fortalecer la colaboración internacional y el intercambio de información entre las potencias mundiales para detectar y frenar la producción y distribución de fentanilo. Una batalla en la que luchamos contra un enemigo común.
El tratamiento y el apoyo a quienes luchan contra la adicción al fentanilo son aspectos esenciales. En el Instituto Castelao, estamos comprometidos en ofrecer un apoyo comprensivo a las personas que luchan contra esta adicción. La rehabilitación y la recuperación son posibles, y estamos aquí para acompañar a cada individuo en su viaje hacia una vida libre de drogas.
Referencia consultadas
- El Español (2023). La autopsia desvela que Angus Cloud, estrella de ‘Euphoria’, falleció por una sobredosis de fentanilo y otras drogas. Recuperado de https://bit.ly/3ZzlZBo
- El Confidencial (2023). El fentanilo como arma geopolítica: «Es la tercera guerra del opio». Recuperado de https://bit.ly/3rCoaY7
- Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (2023). Índices de muertes por sobredosis. Recuperado de https://bit.ly/45dnNBh
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa, aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, y aportando mi estilo, hacer que su mensaje llegue con mayor claridad a los lectores.
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