
Para comemorar el Día Mundial de la Salud Mental, que tuvo lugar este pasado martes, 10 de octubre, desde Instituto Castelao queremos dedicar este post a una cuestión de gran importancia. Mucha gente se pregunta si los trastornos mentales pueden influir a la hora de desarrollar una adicción a las drogas. Y viceversa, si una adicción a las drogas puede ser el origen de una enfermedad mental. Es decir, si se puede desarrollar una enfermedad mental por drogas. Y si en nuestro post anterior hablábamos sobre la ruta que sigue el fentanilo a Estados Unidos desde su origen y sus terribles consecuencias para la salud física, hoy nos centraremos en cómo las drogas afectan a la salud mental.
Las drogas y el cerebro
Todas las drogas, ya sean legales o ilegales, comparten la capacidad de aumentar la dopamina en el cerebro, un neurotransmisor relacionado con el placer. Esto no es algo negativo; bien al contrario, este sistema es fundamental para nuestra supervivencia. La dopamina desencadena el deseo de repetir comportamientos placenteros, pero el consumo de drogas lo imita de manera más rápida e intensa, lo que puede llevar a la adicción. Aunque la dopamina en sí misma no es negativa, su manipulación a través de las drogas puede tener graves consecuencias para la salud, tanto la física como la mental.
¿Las adicciones crean enfermos o viceversa?
Pese a la creencia popular, la testaruda realidad es que las personas que padecen adicciones no son un grupo homogéneo con características similares. Bien al contrario, en Instituto Castelao nos hemos encontrado a lo largo de nuestros años de experiencia con personas de toda suerte y condición. Si bien es cierto que los factores psicosociales influyen en el desarrollo de una adicción, no lo es menos que gozar de una situación económica holgada o pertenecer a una familia bien estructurada no exime de acabar padeciendo una dependencia de las drogas. De este modo, las enfermedades mentales se erigen como un factor no determinante pero sí influyente en la aparición de una adicción.
Muchas personas tratan de aliviar los síntomas de sus enfermedades mentales con la ayuda de diversas sustancias. De hecho, más del 25% de adultos que padecen un problema grave de salud mental tienen asimismo problemas de abuso de sustancias. Y es que prolongar comportamientos de este tipo puede derivar en una adicción, además de intensificar dichos síntomas de la enfermedad en cuestión en el largo plazo. Por esto mismo, como siempre incidimos en Instituto Castelao, el tratamiento debe ser algo global. Debe abarcar y tener en consideración todos los problemas coexistentes. Lo que conocemos como diagnóstico dual, algo que ya exploramos en el post sobre patología dual.
Por otro lado, como ya contamos en el post donde explorábamos la relación entre cannabis y esquizofrenia, existen drogas que pueden desencadenar o exacerbar trastornos mentales preexistentes, además de inducir trastornos temporales.

Cambios mentales provocados por el consumo de sustancias
Por lo que hemos visto hasta ahora, parece claro que no solo es posible desarrollar una enfermedad mental por drogas, sino que es muy probable acabar padeciendo una sintomatología psiquiátrica como consecuencia del consumo de sustancias. Dichos síntomas pueden surgir tanto durante la fase de desintoxicación como la de abstinencia, y podemos distinguirlos en 2 grandes grupos: temporales y permanentes.
- Trastornos temporales. Entre los trastornos mentales que puede provocar el consumo de drogan encontramos diferentes dependiendo del tipo de droga del que estemos hablando: amnesia, delirium tremens y otros trastornos, entre los que destacan los sexuales, perceptivos, del estado del ánimo, del sueño o de ansiedad.
- Trastornos persistentes. Los alucinógenos ocasionan trastornos perceptivos que pueden tornarse permanentes. También el trastorno amnésico persistente puede resultar permanente si la sintomatología no desaparece una vez superado el período de rehabilitación.
Qué enfermedades muestran una predisposición a la adicción y qué sustancias
La relación entre el consumo de drogas y las enfermedades mentales es compleja y puede variar dependiendo de la sustancia y la frecuencia de consumo, así como de la predisposición genética. Es importante destacar que no todas las personas que consumen drogas desarrollarán una enfermedad mental, pero existe un riesgo que se agrava en aquellas personas con antecedentes familiares de trastornos mentales.
Esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta a la percepción, el pensamiento y la conducta de una persona. Se caracteriza por síntomas como alucinaciones (percepción de cosas que no existen), delirios (creencias falsas e irracionales), desorganización del pensamiento y la conducta, así como una disminución de la motivación y la capacidad para experimentar emociones. Los síntomas de la esquizofrenia a menudo se manifiestan en la adolescencia o la adultez temprana, etapa en la que por lo general se inicia el consumo de drogas, y pueden variar en intensidad.
Es importante destacar que la esquizofrenia no implica una personalidad múltiple ni accesos automáticos de violencia, como a menudo se malinterpreta en la cultura popular. Se trata, por el contrario, de un trastorno complejo que requiere tratamiento y apoyo adecuados, que pueden incluir medicación antipsicótica y terapia psicológica. Muchas personas con esquizofrenia pueden manejar a largo plazo la enfermedad. Para ello, el apoyo y la comprensión son esenciales a la hora de mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
Trastorno de la personalidad
El trastorno límite de la personalidad, también conocido como trastorno de personalidad borderline, es un trastorno mental que se caracteriza por la inestabilidad emocional, las relaciones interpersonales tumultuosas y una autopercepción negativa. Veamos con más detalle algunos de los síntomas y características clave del TLP:
- Intensa inestabilidad emocional. Las personas con trastorno límite de la personalidad a menudo experimentan emociones intensas y cambiantes, como la ira, la tristeza y la ansiedad. Dichos cambios emocionales pueden ser a menudo desproporcionados en relación con las situaciones.
- Relaciones interpersonales inestables. Los pacientes afectados por el trastorno límite de la personalidad suelen tener dificultades para mantener relaciones estables y saludables. En ocasiones pueden idealizar a las personas de su entorno, mientras que en otras pueden minusvalorarlas.
- Comportamientos impulsivos. Las personas con trastorno límite de la personalidad pueden mostrar comportamientos impulsivos y autodestructivos, como el consumo excesivo de alcohol, el abuso de sustancias, la autolesión o los comportamientos sexuales de alto riesgo.
- Autopercepción negativa. Estas personas suelen tener una baja autoestima y una percepción negativa de sí mismas, lo que puede llevar a sentimientos crónicos de vacío.
- Miedo al abandono. Los pacientes afectados por el trastorno límite de la personalidad muestran un miedo patológico al abandono. Ya sea este real o percibido, puede llevar a una dependencia emocional y a una búsqueda desesperada de atención y aprobación.
Depresión
La depresión es un trastorno mental que se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, falta de interés o placer en actividades cotidianas, cambios en el apetito y el sueño, fatiga, dificultad para concentrarse y sentimientos de culpa o inutilidad. Puede interferir significativamente en la vida diaria de una persona y afectar tanto a su bienestar físico como al emocional. Existen varios tipos:
- Trastorno depresivo mayor. Se caracteriza por la presencia de síntomas depresivos graves, como tristeza profunda, pérdida de interés en actividades placenteras, alteraciones del sueño y la alimentación, fatiga y sentimientos de inutilidad. Los síntomas pueden durar semanas o incluso meses.
- Trastorno depresivo persistente. También conocido como distimia, los síntomas del trastorno depresivo persistente son menos graves, pero también más prolongados. Pueden durar incluso años.
- Depresión maníaca. En el también conocido como trastorno bipolar se produce una alternancia entre episodios depresivos y episodios de manía o hipomanía (estados de ánimo elevado y energía excesiva).
- Depresión postparto. Afecta a algunas mujeres que acaban de dar a luz.
- Trastorno depresivo mayor con características psicóticas. Este tipo de depresión incluye alucinaciones o delirios durante los episodios depresivos.
- Trastorno depresivo mayor con estacionalidad. Conocido asimismo como trastorno afectivo estacional, se caracteriza por presentar una sintomatología de forma cíclica durante ciertas estaciones, como el invierno, para remitir en otras.
Enfoque terapéutico de las enfermedades mentales
Para preservar la salud mental manteniéndose alejados de las drogas es crucial incorporar prácticas saludables a la rutina cotidiana. Estas nunca van a sustituir a la terapia ni por supuesto al tratamiento, pero sí tienen un papel fundamental a la hora de la búsqueda del bienestar.
- No apartar el enfoque de las metas de tratamiento. Compartir los objetivos con amigos y familiares no solo es beneficioso por contar con su apoyo, sino porque contribuyen a mantener la concentración en los propósitos deseados.
- Seguir el plan de tratamiento rigurosamente. Incluso si los síntomas remiten, es fundamental continuar con la terapia y no abandonar la medicación aunque mejore el estado físico y mental.
- Reconocer las señales de advertencia. Es conveniente estar preparados cuando alguno de los síntomas se presenten. De este modo podrán identificarse antes de que se agudicen y buscar ayuda a tiempo.
- Cuidar de la salud física. Una alimentación cuidada, un ejercicio regular y un sueño adecuado son fundamentales para el bienestar. No solo de una persona con problemas mentales, sino para cualquiera. Evitar el tabaco, el alcohol y otras drogas legales es también esencial.
- Incorporar técnicas de relajación y gestión del estrés. Practicar actividades como la meditación de forma constante puede ayudar a reducir el estrés y prevenir episodios.
- Unirse a un grupo de apoyo. Compartir experiencias y consejos con personas que comprenden las experiencias porque también ellos las han vivido puede constituir un pilar para una vida alejada de las drogas.
- Educarse a uno mismo y a los demás sobre la enfermedad mental. Aprender sobre la enfermedad que se padece ayudará al entorno y a los seres queridos a brindar un apoyo más compasivo.
Una vida plena lejos de las drogas
Pese a padecer alguna enfermedad mental, es posible disfrutar de una vida plena. La medicación y el tratamiento son fundamentales, así como mantener unos hábitos de vida saludables. Estos incluyen cuidar la alimentación, realizar ejercicio de forma regular y garantizar un sueño de calidad. La abstención del consumo de sustancias adictivas, como el alcohol y el tabaco, es esencial. La meditación y las técnicas de relajación pueden ser herramientas efectivas para controlar el estrés y la ansiedad, proporcionando una vía alternativa para enfrentar los desafíos de salud mental. Participar en grupos de apoyo también brinda un sentido de comunidad y comprensión, fortaleciendo la resiliencia y la estabilidad emocional. Estas prácticas, en conjunto, contribuyen a la recuperación y a mantener una vida libre de sustancias.
Referencias consultadas
- J. Meana, R. (2010). Drogas y enfermedad mental. Recuperado de https://bit.ly/46oyqCu
- Rubio Arribas, F. J. (2006). El consumo de drogas como un desencadenante más en el origen de la enfermedad mental. Recuperado de https://bit.ly/3ZQaBRu
- Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (2023). Trastornos de uso de sustancias y salud mental. Recuperado de https://bit.ly/3rIgovV
- Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (2020). ¿Qué otras consecuencias tiene la drogadicción para la salud? Recuperado de https://bit.ly/45kNTSN
- Instituto Castelao (2023). El cerebro adicto: la adicción como enfermedad neurológica. Recuperado de https://bit.ly/3Q9l2MR
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa, aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, y aportando mi estilo, hacer que su mensaje llegue con mayor claridad a los lectores.
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