
A menudo se nos vienen a la mente la cocaína, el cannabis, la heroína o el éxtasis cuando pensamos en drogas. Sin embargo, ilegalidad no implica inocuidad, y las drogas legales pueden llegar a ser tan perjudiciales o más que las ilegales. Según la RAE, una droga, en su segunda acepción, es una «sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno». Parece, pues, que su legalidad o ilegalidad es una mera cuestión formal, puesto que, por poner un ejemplo, tanto la nicotina como el crack son adictivos.
Qué son las drogas legales
Entendemos como drogas legales aquellas cuyo uso y comercialización están permitidos dentro de una zona geográfica determinada. Normalmente, en dichas zonas, las drogas legales están sujetas a restricciones y su publicidad está limitada. Su uso está culturalmente aceptado por la sociedad, y en ocasiones pueden estar incluso prescritas por un médico. No obstante, muchas de ellas son psicoactivas, y su consumo puede generar graves consecuencias en el organismo.
Drogas legales más populares
El alcohol
El alcohol no es solo una de las drogas más socialmente aceptadas y extendidas, sino también de las más antiguas. La fermentación de frutas y granos fue descubierta en Egipto y Mesopotamia, aunque su consumo no empezó a extenderse hasta que se desarrollaron técnicas para mejorar su producción. En la antigüedad, el vino era una bebida reservada a las élites, y los griegos incluso adoraban a dioses que lo representaban.
En la mayoría de países, el alcohol está considerado una droga legal. Aún así, su consumo excesivo y descontrolado puede llevar a graves consecuencias para la salud física y mental de la persona. Como ya hemos visto en otros posts, el alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central, lo que significa que ralentiza tanto las funciones cerebrales como las corporales. A bajas dosis puede producir sensaciones de euforia y sociabilidad. Sin embargo, al aumentar demasiado la ingesta, los efectos pueden ser altamente peligrosos. Entre los más comunes se encuentran el mareo, los vómitos o la incapacidad para concentrar la atención e inhibir conductas inapropiadas, entre otros. Por no mencionar las enfermedades derivadas de un consumo intenso y prolongado.
Nicotina
La nicotina es un alcaloide estimulante que se encuentra en la planta del tabaco y, en menor medida, en plantas como la berenjena, el tomate, el pimiento o la patata. La nicotina fue nombrada a partir de la planta del tabaco, la Nicotiana tabacum, bautizada como Jean Nicot de Villermain, embajador francés en Portugal, que introdujo la planta desde Brasil en 1560. Su popularidad creció cuando en un principio se pensaba que protegía contra enfermedades, y posteriormente llegó a utilizarse como insecticida.
Al inhalarse, la nicotina se absorbe rápidamente en la sangre y luego se transporta al cerebro, donde desencadena efectos psicológicos y físicos varios. Entre ellos está el aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, la reducción del apetito y la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa. Cuando una persona desarrolla una dependencia de la nicotina, esta puede ser muy difícil de dejar. La abstinencia de nicotina conlleva síntomas como ansiedad, irritabilidad y antojos intensos por otras sustancias o alimentos.
Cafeína
Si bien la cafeína fue descubierta en 1819 por el químico alemán Friedrich Ferdinand Runge, el café, bebida de la que toma su nombre por ser donde está más presente, es muy antiguo. Su procedencia es África y Asia, donde hay numerosas leyendas sobre su origen, pero no llegó a extenderse y popularizarse por Europa hasta muchos después, en torno al 1600, de la mano de los mercaderes venecianos.
Aunque es subjetiva su consideración como una droga, la química del cerebro sufre también alteraciones ante un consumo de cafeína. Tiene un efecto estimulante que, si bien es menor que el de otras sustancias, puede tener efectos similares. Los más comunes son el aumento de la concentración y la disminución de la sensación de fatiga, pero también puede generar un aumento del ritmo cardíaco, sudoración, temblores y ansiedad. Presente sobre todo en el café, algunas personas acaban desarrollando una tolerancia tal a la cafeína que dejarla tras un elevado consumo puede provocar también un síndrome de abstinencia.
La teofilina, presente en ciertos tes y hierbas, y la teobromina o xantosa, procedente del cacao, presenten unas cualidades similares a la cafeína en cuanto a sus efectos secundarios, si bien en distintos grados.
Psicofármacos y otros medicamentos
Los psicofármacos son medicamentos que alteran el sistema nervioso central con el fin de modificar el funcionamiento de ciertos neurotransmisores. Dependiendo de la clasificación de drogas, nos encontramos con las que actúan estimulándolo, como las anfetaminas, utilizadas para tratar el TDAH o la depresión. Otras, por el contrario, actúan deprimiéndolo, como las benzodiacepinas, recetadas para la ansiedad y el insomnio, o los barbitúricos, fármacos hipnóticos indicados para casos de convulsiones, entre otros.
Como vemos, el uso de los psicofármacos es medicinal, orientado a tratamientos que buscan mejorar o disminuir los efectos de las patologías del paciente. De ahí su legalidad. Sin embargo, alguno de estos psicofármacos pueden llegar a utilizarse de forma recreativa, o bien desarrollar una adicción, debido a la dependencia que generan. Por eso el profesional que los prescribe debe hacerlo por el período de tiempo imprescindible y no excederse de la cantidad necesaria.
La controversia del cannabis
El origen de la planta del cannabis lo encontramos en Asia, y al igual que otras de las drogas que hemos visto, su uso se remonta a miles de años atrás, cuando empezó a utilizarse con fines medicinales e incluso religiosos.Se extendió por África y Europa durante la Edad Media, cuando se utilizó incluso como fibra textil, y no fue hasta entrado el siglo XIX los europeos descubrieron sus propiedades medicinales.
Cuando se fuma o inhala, los compuestos químicos presentes en la planta del cannabis se distribuyen por todo el cuerpo a través de los pulmones. También alcanzan el cerebro, afectando al sistema nervioso central.
Mientras que el consumo de drogas como el alcohol o el tabaco es lícito, en el caso del cannabis existen discrepancias. Hay países, como es el caso de Holanda, que permiten su compra y consumo en establecimientos destinados a tal fin, los famosos coffee shops. En otros, su consumo está permitido dentro del ámbito privado, si bien el cultivo, venta y distribución están penados. En un tercer grupo de países, se considera ilícito su consumo en cualquier circunstancia.
Los peligros de las drogas legales
Es difícil pensar que drogas legales como el alcohol o el tabaco van a desaparecer de nuestra vida, dado que han formado parte de la humanidad desde hace miles de años. Pero aunque convivamos con ellas, debemos tener en cuenta los riesgos a los cuales nos exponemos al consumirlas, y la posibilidad de desarrollar una adicción que generan.
Diversos estudios publicados por la prestigiosa revista The Lancet han revelado que el alcohol es una de las drogas que más dependencia genera. Algunos de ellos sitúan al tabaco incluso por delante. Por detrás están el éxtasis o el LSD, sustancias que son percibidas como mucho más peligrosas y adictivas por parte de la sociedad.
En Instituto Castelao somos conscientes de los peligros de cualquier droga, ya sea lícita o ilícita, y por eso alertamos de los riesgos que su consumo pueden generar.
Referencias consultadas
- Nutt, D. J. et ál. (2007). Development of a rational scale to assess the harm of drugs of potential misuse. Recuperado de http://bit.ly/40f0aX0
- Van Amsterdam et ál. (2010). Ranking the harm of alcohol, tobacco and illicit drugs for the individual and the population. Recuperado de http://bit.ly/3yPG7lX
- Nutt, D. J. et ál. (2010). Drug harms in the UK: a multicriteria decision analysis. Recuperado de https://bit.ly/3ZVRfd6
- No a la droga (s/f). Alcohol: una breve historia. Recuperado de http://bit.ly/3FrJ5AQ
- Psicología y mente (2018). ¿Qué son las drogas legales y qué tipos existen? Recuperado de http://bit.ly/3yPHjFX
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
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