
Atendiendo a su naturaleza y a otras cuestiones, las drogas pueden clasificarse de distintas maneras: según su legalidad, su origen, su vía de administración, los daños que produce, las consecuencias que provoca en el sistema nervioso central… En este nuevo post de Instituto Castelao nos centraremos en estos últimos, realizando una clasificación de drogas según sus efectos.
Todos sabemos que las drogas pueden tener efectos devastadores tanto en los adictos como en su entorno, pero no todas las drogas tienen las mismas consecuencias ni afectan al organismo de igual manera.
Según los efectos que producen sobre el sistema nervioso central, las drogas pueden ser de 3 tipos: depresores del sistema nervioso central, estimulantes del sistema nervioso central y alucinógenos.
Clasificación de drogas depresoras del sistema nervioso central
Las drogas depresoras del sistema nervioso central son aquellas que disminuyen la actividad neuronal del cerebro. Esto provoca en quien las consume efectos sedantes, relajantes y en ciertos casos también anestésicos, por lo que sus aplicaciones médicas son frecuentes.
Enfermedades que se tratan con drogas depresoras del sistema nervioso central
- Ansiedad: por su efecto sedante y relajante, las drogas depresoras del sistema nervioso central se utilizan para ayudar a reducir la actividad del cerebro y calmar así los síntomas de la ansiedad. No obstante, deben utilizarse durante un período de tiempo prudencial y con la supervisión de un profesional médico, que probablemente aconsejará combinar su uso con terapia y otros tratamientos.
- Insomnio: el efecto sedante de algunas drogas depresivas del sistema nervioso central, en cuyos efectos secundarios a menudo se encuentra el hecho de inducir el sueño, hace que sean un buen medicamento para el insomnio.
- Trastornos convulsivos: para tratar algunos trastornos convulsivos, como la epilepsia, se prescriben drogas depresoras del sistema nervioso central. Estas funcionan disminuyendo la actividad eléctrica anormal en el cerebro, lo que provoca convulsiones.
- Dolor: algunos dolores, especialmente los dolores crónicos, pueden tratarse con drogas depresoras del sistema nervioso central, ya que reducen la percepción del dolor al tiempo que producen una sensación de relajación y bienestar.
Tipos de drogas depresoras del sistema nervioso central
Las drogas depresoras del sistema nervioso central se utilizan para tratar patologías como las que acabamos de ver. Sin embargo, pueden generar graves consecuencias para la salud o derivar en una adicción también si se consumen de manera recreativa o abusiva. A su vez, hay otras drogas depresoras del sistema nervioso central igualmente peligrosas cuyo uso no está relacionado con el tratamiento de ninguna enfermedad.
- Benzodiacepinas: las benzodiacepinas se utilizan para tratar el insomnio, la ansiedad, las convulsiones e incluso el dolor.
- Hipnóticos Z: similares a la benzodiacepinas, su uso se asocia al tratamiento de las mismas enfermedades, siendo incluso más recomendable que estas en el caso del insomnio.
- Barbitúricos: se trata de un fármaco hipnótico, por lo que se usa igualmente para tratar la ansiedad, el insomnio, las convulsiones, así como la tensión previa a cirugías.
- Opioides: indicados para tratar la ansiedad, el insomnio, las convulsiones o el dolor cuando este no se puede tratar con otros medicamentos o estos no proporcionan alivio suficiente.
- Antidepresivos: antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina se utilizan también para tratar el dolor crónico o los trastornos de ansiedad, mientras que los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina alivian la depresión cuando afecta a los neurotransmisores que comunican las células cerebrales.
- Marihuana: al igual que las sustancias anteriores, el cannabis puede ser tanto beneficioso como perjudicial. Si quieres conocer más sobre sus usos, encontrarás más información en este post.
- Alcohol: pese a su legalidad, el alcohol es una de las drogas más adictivas. De efectos tanto sedantes como eufóricos, puede provocar daños en hígado, cerebro y otros problemas de salud.
Clasificación de drogas estimulantes del sistema nervioso central
Las drogas estimulantes del sistema nervioso central actúan aumentando la actividad neuronal y mejorando el rendimiento cognitivo y la energía física de manera temporal. Estas sustancias son, por tanto, utilizadas para mejorar la concentración, la productividad o la capacidad para realizar tareas exigentes, ya sea en el ámbito laboral, académico o deportivo.
Tipos de drogas estimulantes del sistema nervioso central
Algunas de las drogas estimulantes del sistema nervioso central son potencialmente adictivas y pueden tener efectos secundarios graves en la salud física y mental.
- Cafeína: funciona como una droga psicoactiva y tiene un efecto estimulante leve que se traduce en una disminución de la somnolencia y una agudización del estado de alerta. No obstante, puede causar también insomnio, nerviosismo y ansiedad. Presente en alimentos como el café, el té y el cacao, se ha convertido en una de las sustancias más presentes en la vida diaria de muchas personas. En medicina se incorpora a fármacos para el resfriado o el dolor de cabeza, así como en suplementos alimenticios.
- Anfetaminas: es una sustancia sintética más potente que la cafeína. Actúa aumentando los niveles de dopamina y norepinefrina en el cerebro, lo que produce una sensación de alerta y mejora del rendimiento físico e intelectual. También reduce el apetito, el sueño y el cansancio. Por estas razones, uno de los usos más frecuentes de las anfetaminas es el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), pero también sirven para tratar la narcolepsia, la depresión e incluso la obesidad, entre otras. Estas drogas estimulantes pueden causar efectos graves secundarios, además de generar una adicción a las mismas.
- Metanfetaminas: de usos similares a las anfetaminas, sus efectos, sin embargo, son mucho más potentes y duraderos. Esto lleva asociado un daño mayor al sistema nervioso central, además de problemas cardiovasculares, trastornos del sueño, ansiedad e incluso psicosis. Estas características la convierten en una droga más peligrosa y adictiva.
- Metilfenidato: prescrito también para casos de TDAH y la narcolepsia, es menos potente que las anfetaminas y la metanfetamina, pero puede tener similares efectos secundarios.
- Cocaína: la cocaína, que puede ser inhalada o consumida por vía nasal o intravenosa, es altamente adictiva, además de una de las drogas más peligrosas. Aunque originalmente utilizada con fines médicos, en la actualidad no es una droga de curso legal. Su consumo, además, puede provocar arritmias, infartos o hemorragias cerebrales, entre otros. La adicción a esta sustancia puede provocar también depresión, insomnio y convulsiones, además de aislamiento social.
Alucinógenos
Los alucinógenos son sustancias que alteran la actividad de la serotonina, provocando así cambios en la forma en que el cerebro procesa la información sensorial y afectiva. Entre los efectos comunes de los alucinógenos sobre el sistema nervioso central, encontramos:
- Alucinaciones: es el efecto principal de los alucinógenos. Dichas alucinaciones pueden implicar imágenes, sonidos, olores, sabores o sensaciones táctiles.
- Cambios en la cognición: los alucinógenos modifican el modo en que se procesa la información, lo que puede provocar pensamientos desorganizados, ilusiones y delirios.
- Cambios en el estado de ánimo: los alucinógenos a menudo causan ansiedad, euforia, depresión y crisis de pánico.
- Cambios en la percepción del tiempo: los alucinógenos suelen provocar una sensación de que el tiempo transcurre más lentamente o más rápido de lo normal.
Estos son algunos de los alucinógenos más comunes:
- Psilocibina: se encuentra en ciertos hongos, como los hongos alucinógenos.
- LSD: la dietilamida de ácido lisérgico, comúnmente conocida como LSD, es una sustancia psicodélica semisintética que produce efectos psicotrópicos.
- Mescalina: se encuentra en el cactus peyote y en otros cactus.
- DMT: es una sustancia que se haya en ciertas plantas, como la ayahuasca.
- Salvia divinorum: a través de sus hojas, esta planta produce efectos alucinógenos y debilitantes.
- Ketamina: este anestésico utilizado en medicina puede producir efectos disociativos y alucinógenos.
- PCP: inicialmente utilizada como anestésico, dejó de utilizarse por sus efectos secundarios negativos, que incluyen alucinaciones y efectos disociativos.
Peligros de las drogas según sus efectos
Como hemos visto, no todas las drogas son igual de peligrosas ni tienen los mismos efectos secundarios. Donde unas provocan insomnio, otras causan somnolencia; mientras unas aumentan la concentración, otras relajan cuerpo y mente. En ocasiones se utilizan con fines médicos, si bien no es infrecuente que dejen de prescribirse o incluso ilegalizarse ante las múltiples consecuencias que derivan de su consumo, entre las que a menudo destaca la adicción.
En el Instituto Castelao creemos que disponer de una mayor información ayuda a conocer los peligros de estas y otras sustancias. Si crees que puedes tener dependencia a alguna de ellas, podemos ayudarte.
Referencias consultadas
- Madrid Salud (2016). Clasificación de las sustancias psicoactivas. Recuperado de http://bit.ly/41nlV82
- Administración de Alimentos y Medicamentos (2016). La FDA advierte acerca de los graves riesgos y muerte cuando se combinan medicamentos opioides para la tos o el dolor con benzodiacepinas; requiere su advertencia más enérgica. Recuperado de http://bit.ly/3KyuOWG
- Instituto Nacional de Salud (2019). ¿Qué es la metanfetamina? Recuperado de http://bit.ly/3XUE9Lo
- Robledo, P. (2008). Las anfetaminas. Recuperado de http://bit.ly/3XUE9Lo
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, aportando mi estilo, trato de hacer llegar el mensaje de marcas y clientes a los lectores.
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