
El síndrome de abstinencia alcohólica es un conjunto de síntomas físicos y mentales que aparecen como consecuencia de la interrupción del consumo de alcohol en personas alcohólicas. Sin embargo, cuando existe una adicción a la bebida que se quiere o se debe abandonar es importante atravesar ese periodo de abstinencia con ayuda profesional. Porque el alcohol es una de las sustancias psicoactivas cuya abstinencia o desintoxicación puede entrañar serios riesgos si no se realiza de manera controlada.
La peligrosidad del alcoholismo ante el síndrome de abstinencia
Sabemos que el alcohol es una sustancia psicoactiva muy compleja de manejar y cuya adicción supone un auténtico calvario para la persona consumidora y sus familias. No obstante, al ser el alcohol una droga legal y socialmente aceptada, puede parecer más inofensiva de lo que en realidad resulta. Pero nada más lejos. Hasta su fase de interrupción o desintoxicación puede ser muy peligrosa, llegando a poner en riesgo la vida de la persona alcohólica. De ahí que el síndrome de abstinencia alcohólica (SAA) sea tan crítico y debiese llevarse a cabo bajo supervisión médica o especializada.
De hecho, con el alcohol sucede algo similar a lo que ocurre con los tratamientos basados en psicofármacos como la benzodiacepina. Jamás se debe de interrumpir su consumo de forma brusca, porque pueden generar un episodio clínico de graves consecuencias. Por eso es sumamente importante que cuando exista una clara dependencia a estas sustancias, su retirada sea progresiva y controlada por profesionales médicos.
En el caso de un paciente con adicción al alcohol, una abstinencia repentina puede llegar a ocasionar la muerte de la persona. Ello se debe a que el cese abrupto del consumo de alcohol puede dar pie a la aparición de convulsiones y/o el llamado delirium tremens. Las crisis convulsivas representan un fuerte factor de riesgo para la progresión a un síndrome de abstinencia alcohólica grave, y puede preceder al desarrollo posterior de delirium tremens en un 30% de los casos.
Por su parte, el delirium tremens es el cuadro clínico más grave de abstinencia alcohólica y sucede en un porcentaje de pacientes que va del 5 al 20 % de ellos. Su tasa de mortalidad alcanza al 25 % de los pacientes alcohólicos que no siguen ningún tratamiento de adicciones.
Estas cifras reflejan la peligrosidad que reviste la enfermedad del alcoholismo y la complejidad de la recuperación de estas personas adictas. Sin embargo, quienes sí acuden a un centro de tratamiento pueden realizar un proceso de desintoxicación y recuperación seguro.
Qué es el síndrome de abstinencia alcohólica
Puede definirse el síndrome de abstinencia alcohólica como el cese brusco o disminución drástica de la ingesta de alcohol en personas que han desarrollado una adicción. Lo cual incluye una dependencia mental pero también física al consumo de alcohol abusivo y prolongado en el tiempo.
Generalmente, los síntomas de la abstinencia suelen manifestarse entre 6 o 24 horas después del último consumo y reviste ciertos síntomas de diversa naturaleza. A nivel clínico, el SAA presenta una serie de características, como son:
- Una interrupción o reducción abrupta del consumo de alcohol cuando esta ingesta es habitual y abusiva en el paciente.
- Pocas horas después de la interrupción del consumo surgen un conjunto de síntomas como: hiperactividad orgánica como aumento del ritmo cardíaco —o taquicardias—, sudoración, hipertensión; dolor de cabeza y dolor abdominal; fuerte temblor de lengua, párpados y brazos, o agitación psicomotriz; alteraciones del sueño; náuseas o vómitos; ansiedad, irritabilidad; alucinaciones táctiles, auditivas o visuales y convulsiones físicas.
- Los síntomas no tienen un precedente en otras enfermedades físicas, mentales o psiquiátricas definidas o diagnosticadas.
El síndrome de abstinencia alcohólica puede darse de forma involuntaria, por ejemplo en casos de que aparezca una situación sobrevenida que obligue al cese del consumo. O bien, puede surgir de modo voluntario, durante un tratamiento de desintoxicación programado; donde la fase de abstinencia forma parte de las etapas del proceso de recuperación de la adicción.
Asimismo, existe el SAA precoz y el SAA tardío, según el grado de gravedad que presenten. El síndrome de abstinencia precoz es el más habitual y se evidencia desde las 6 y las 48 hs. posteriores al último consumo de alcohol. Mientras que el síndrome de abstinencia tardío surge más tarde, incluso después del SAA precoz; está acompañado por crisis convulsivas, alteración de consciencia y/o delirium. Sus secuelas físicas y psicológicas pueden mantenerse, aun cuando se haya superado la abstinencia.
Tipos de síndrome de abstinencia de alcohol
En realidad, existen diferentes tipos de cuadros de abstinencia alcohólica, algunos más moderados y otros mucho más graves. Podemos mencionar los siguientes:
- Síndrome de abstinencia no complicado: manifestaciones enumeradas más arriba sin crisis convulsivas ni alteraciones de la conciencia. Pueden presentarse ilusiones transitorias o alucinaciones ópticas, auditivas o táctiles.
- Crisis convulsivas por abstinencia: se trata de un episodio de corta duración que frecuentemente cede sin necesidad de tratamiento. Suele surgir entre las 6 y 48 hs después del último consumo. Su importancia estriba en que pueden preceder o avisar de la aparición de delirium alcohólico en el paciente.
- Delirium tremens o alcohólico: se desarrolla en un corto período de tiempo, por lo general a partir del segundo día —y hasta el cuarto día— tras dejar de beber alcohol. En un 25 % de los enfermos, el delirium se complica con convulsiones tipo grand mal. Sus síntomas más reiterativos son la apatía, alucinaciones vívidas y multisensoriales y la activación del sistema nervioso simpático. Este último es el responsable del aumento del ritmo cardíaco, respiratorio, la sudoración y la presión sanguínea; también la dilatación de los vasos sanguíneos y de las pupilas y la ansiedad.
- Alucinosis alcohólica aguda o síndrome de abstinencia agudo: consiste en un cuadro de psicosis alcohólica, muy poco habitual. Tiende a revelarse en las primeras 24 h desde el momento de interrupción de la ingesta de alcohol y su duración es variable —desde 2 días, 2 semanas o hacerse crónico—. Se caracteriza por síntomas como bajo estado de ánimo, alucinaciones auditivas, ilusiones persecutorias, miedos y manifestaciones agresivas, llegando incluso a la autoagresión.
Se estima que el 5 % de las personas con dependencia al alcohol experimenten al menos una vez en su vida algún tipo de síndrome de abstinencia alcohólica. Si el paciente pasa por un tipo de síndrome de abstinencia grave —delirium alcohólico o convulsiones— y no sigue ningún tratamiento, poseen un 25 % de probabilidades de fallecer.

Cómo manejar el síndrome de abstinencia alcohólica
El impacto del consumo de alcohol abusivo y prolongado sobre el organismo y principalmente el sistema nervioso es incuestionable. Esta droga tiene la capacidad de generar multitud de problemas de salud y coadyuvar en la aparición de numerosas dolencias, además del propio trastorno por consumo de sustancias.
Pero, como avanzamos anteriormente, si el consumo de otras sustancias puede acarrear un fallecimiento por sobredosis pero no por estar atravesando un cuadro de síndrome de abstinencia; en el caso de una adicción al alcohol, esta posibilidad sí que existe. Un síndrome de abstinencia alcohólica no atendido puede desembocar en una muerte prematura de la persona alcohólica.
Por eso es importante actuar con cautela ante una situación de cese del consumo de alcohol. Por ejemplo, cuando se acuda al hospital por cualquier urgencia, se debe advertir al personal sanitario de los antecedentes de alcoholismo del paciente. O en caso de situaciones domésticas, jamás se debe actuar impulsivamente dejando a la persona adicta sin la posibilidad de beber alcohol. Pues este acto puede desencadenar el cuadro de síndrome de abstinencia alcohólica que venimos describiendo.
En cuanto a su tratamiento, la literatura científica aboga por el empleo de fármacos para corregir los síntomas de abstinencia y prevenir el desarrollo de convulsiones y delirium. Típicamente, desde la intervención médica, las benzodiacepinas son las sustancias psicofarmacológicas que se recetan en el manejo de la persona adicta al alcohol.
Ahora bien, cuando el conjunto de reacciones físicas que derivan en convulsiones o delirium tremens, puede ser necesario administrar otros fármacos. Especialmente, el propofol o la dexmedetomidina, que pueden administrarse en conjunto con las benzodiacepinas o como terapias alternativas a estas. Sin embargo, el problema es que las benzodiacepinas y otros psicofármacos también pueden generar gran adicción.
Así pues, la mejor opción para afrontar la abstinencia del alcohol es contar con asesoramiento, intervención y seguimiento profesional, para evitar males mayores. En este sentido, quienes acuden a un centro de tratamiento pueden realizar un proceso de desintoxicación y recuperación seguro. El cual, al ser personalizado y supervisado por personal sanitario en todo momento, evita todo riesgo asociado al síndrome de abstinencia.
El Tratamiento Castelao para la desintoxicación del alcoholismo
Precisamente, porque somos conscientes del efecto secundario que puede tener el tratamiento farmacológico basado en benzodiacepinas, en el Instituto Castelao abogamos por otro tipo de tratamientos de recuperación. Partiendo de que nuestros centros son centros libres de drogas, incluso en lo que se refiere a psicofármacos. Es decir, siempre apostamos por no sustituir unas sustancias psicoactivas por otras —como las benzodiacepinas—.
En este sentido, en las fases de desintoxicación de nuestros pacientes elegimos la medicación más laxa y con menores efectos adversos. Una medicación que se prescribe, en la medida de lo posible, por tiempo muy limitado y bajo un estricto seguimiento médico.
Por eso es tan importante que los pacientes se acojan a la modalidad de tratamiento de ingreso en alguno de nuestros centros. Ya que, al contrario de lo que sucede con un tratamiento ambulatorio, bajo el régimen de ingreso la persona alcohólica está acompañada las 24 horas por personal especialista. Y, obviamente, la ayuda que recibe para lidiar con su abstinencia al alcohol y su proceso de recuperación en sí es mucho más efectiva, rápida e integral.
Asimismo, en Instituto Castelao también brindamos atención terapéutica a los familiares de las personas adictas, porque ellos son pieza clave en su recuperación total. Además de que, como convivientes de un hogar afectado por las drogas, la familia o la pareja también necesitan apoyo profesional para sanar sus heridas.
En definitiva, salir del laberinto de las adicciones, y del alcoholismo en particular, es sumamente complicado e imposible de hacerlo sin ayuda profesional. Así, tanto las personas adictas como sus familiares pueden asesorarse con nuestro personal para encontrar el mejor modo de gestionar esta cruda y difícil realidad.
Cualquier paso que se dé hacia esta consecución de una recuperación, por pequeño que sea, vale la pena realizarlo. Lo más importante es buscar ayuda profesional para actuar siempre con precaución y responsabilidad. Lo que en situaciones críticas como la que se experimenta ante un episodio de síndrome de abstinencia alcohólica resulta crucial.
Referencias consultadas
- Álvarez, N. (2021). ¿Cómo superar la abstinencia al alcohol? Recuperado de https://bit.ly/3sjU7S1
- Mirijello A & al. (2015). Identification and management of alcohol withdrawal syndrome. Recuperado de https://bit.ly/3CZEfc3
- Monte Secade, R. & Rabuñal Rey, R. (2011). Guía de práctica clínica: Tratamiento del síndrome de abstinencia alcohólica. Recuperado de https://bit.ly/3su34bb
- Reina, R. & al. (2017). Manejo del Síndrome de Abstinencia Alcohólica en los pacientes críticos. Recuperado de https://bit.ly/3sjUpbz
Redactora de comunicación en el Instituto Castelao.
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