El síndrome alcohólico fetal (SAF) tiene su origen en una exposición prenatal al alcohol, es decir, los efectos negativos que tiene el etanol sobre el feto. Hoy es un fenómeno de salud pública: en España lo presentan dos de cada mil hijos de mujeres alcohólicas o que han consumido alcohol durante el embarazo. Sus consecuencias son diversas y llegan a generar dependencia o discapacidad crónicas en muchos niños y adultos.
¿Cuándo se da el SÍNDROME DE ALCOHOLISMO FETAL?
Los efectos del síndrome alcohólico fetal ocurren principalmente durante el primer trimestre de la gestación, cuando la madre bebió alcohol mientras estaba encinta. Es cuando el feto es más susceptible a los efectos teratogénicos. Es decir, aquellos que producen malformaciones relacionadas con el alcohol.
Pero el peligro no se restringe únicamente al periodo sensitivo temprano de la gestación. También se extiende durante los nueve meses de embarazo. Sobre todo si la madre ingiere grandes cantidades de alcohol o bebe de forma habitual. Pues a mayor cantidad, mayores serán los riesgos (y los efectos) de la sustancia psicoactiva en el desarrollo del futuro neonato. Esto se debe a que el cerebro del feto se halla en proceso de desarrollo durante todo el embarazo.
En efecto, los estudios clínicos dejan constancia de los efectos negativos que tiene el consumo de bebidas etílicas tanto para la mujer preñada como para el futuro bebé. De ahí que los médicos recomienden encarecidamente no consumir nada de alcohol a lo largo de la gestación. Pues, su consumo puede producir numerosas anomalías físicas, cognitivas y de conducta, además de diferentes grados de discapacidad mental y un amplio espectro de dolencias neuropsiquiátricas.
De ahí que, en la actualidad, el SAF se considere un problema de salud pública, dado su frecuencia en constante incremento y la pervivencia de sus efectos. Asimismo, en muchos casos estos niños son abandonados en instituciones de atención para menores discapacitados. Mientras que en numerosos países se convierten en blanco fácil de abusos.
A continuación repasaremos los riesgos y los efectos más comunes en los niños que padecen este síndrome y con qué tipo de tratamientos cuentan para contrarrestarlos. No obstante, ya anticipamos, el síndrome alcohólico fetal será crónico, puesto que el 87% de estos niños presentan problemas mentales y defectos físicos de por vida.
SIGNOS Y sintomas deL alcoholismo fetal
Los trastornos del espectro alcohólico requieren que el individuo debe cumplir un ítem de estos defectos de nacimiento relacionados:
- Problemas de crecimiento prenatal y/o posnatal.
- Desórdenes del sistema nervioso central (SNC):
- anormalidades neurológicas.
- retraso del desarrollo psicomotor.
- discapacidades intelectuales.
- anormalidades en las estructuras cerebrales.
- problemas de aprendizaje.
- Un patrón distintivo de anomalías faciales que incluye:
- microcefalia.
- fisuras palpebrales cortas (ojos rasgados).
- labio superior delgado y aplanado.
- aplanamiento facial en el tercio medio.
- escaso surco nasolabial.
- El consumo de alcohol por parte de la madre debe ser documentado para diagnosticar SAF.
- Aún persisten grandes dificultades a la hora de establecer un diagnóstico certero. Los rasgos faciales cambian con la edad y dependiendo del grupo étnico. Ejemplo de ello es que en niños afroamericanos se ha diagnosticado en ocasiones SAF erróneamente.
Otros efectos y riesgos
Aun sin padecer retardo en el crecimiento, los hijos de madres alcohólicas tienen:
- un riesgo elevado de sufrir TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad).
- deficiencia del sistema motor y desórdenes del lenguaje, catalogados asimismo como efectos de alcohol sobre el feto.
De hecho, ya en el siglo pasado, el SAF se consideró una de las tres causas principales de retraso mental. Tomándose en una proporción comparable al Síndrome de Down o la espina bífida (cierre incompleto de últimas vértebras). De estas tres causas, el síndrome alcohólico fetal es la única conocida que puede evitarse.
De esta forma el etanol:
- Puede alterar el ADN.
- Modificar el metabolismo intermediario de hidratos de carbono, proteínas y grasas.
- Disminuye la transferencia de aminoácidos, tanto glucosa como ácido fólico y zinc y otros nutrientes a través de la barrera de la placenta.
- Provoca falta de nutrientes intrauterinos en el feto.
Además de las alteraciones características del SAF, el consumo abusivo de alcohol por parte de la gestante puede producir otros efectos adversos. Por ejemplo:
- mayor riesgo de aborto espontáneo.
- desprendimiento prematuro de placenta.
- parto prematuro y/o muerte súbita fetal.
Probabilidades de sufrir EL SÍNDROME ALCOHÓLICO FETAL
Para entender por qué se produce el síndrome alcohólico fetal, debemos tener en cuenta numerosos factores. Uno de ellos alude a que el estado embrionario está marcado por el desarrollo celular. En efecto, el desarrollo de las células determina el comienzo del periodo fetal. Este periodo de transición entre embrión y feto supone el momento de más vulnerabilidad del mismo ante los efectos tóxicos de la droga.
Otro punto a considerar es la susceptibilidad de la mujer a los efectos del alcohol. El riesgo de SAF se incrementa cuando la madre es capaz de tomar alcohol en una cantidad superior a 1 onza diaria.
Fisiopatología DEL SAF
El alcohol atraviesa todas las membranas biológicas, también la unidad feto placentaria. De esta forma, se equilibra en todo el volumen de agua de la unidad madre-placenta-feto. Ahora bien, la dificultad aparece porque el feto, a diferencia del adulto, no posee las enzimas necesarias para eliminar la sustancia. Así, ésta pasa a su torrente sanguíneo, quedando expuesto a los efectos del alcohol por más tiempo.
Por tanto, el primer efecto nocivo se produce por la disminución de la función primaria de la placenta. La función de esta es proveer de nutrientes al feto, pero al estar alterada por el alcohol, la nutrición que aporta será menor. Se genera, así, una deficiencia en su crecimiento.
Por otra parte, mediante resonancia magnética es posible detectar una microcefalia. Esta produce la reducción del volumen del cerebelo, el cual está implicado en los procesos cognitivos y motores. Por tanto, es común en estos pacientes alteración en las habilidades motoras y en la propiocepción, así como en las habilidades cognitivas y el coeficiente intelectual.
En cuanto al sistema inmune, la exposición prenatal al alcohol aumenta los corticoides. De ello se deriva que más tarde los niños presenten una mayor vulnerabilidad a las infecciones.
Tratamiento del Síndrome Alcohólico Fetal
Los trastornos del Síndrome Alcohólico Fetal duran toda la vida. No existe cura debido a su cronicidad. Pero es cierto que los tratamientos de intervención pueden mejorar el desarrollo del niño. Siempre con la adecuada atención médica.
El tratamiento de SAF incluye :
- Medicamentos.
- Terapias cognitivo conductuales.
- Capacitación para los padres.
Así, en general, entre los tratamientos más aplicados se encuentran:
- Tratamientos farmacológicos e intervenciones conductuales.
- Tratamientos de logopedia.
- Métodos de refuerzo y adaptación al aprendizaje.
- También estimulación para favorecer el desarrollo psicomotor.
- Tratamientos psicológicos y psiquiátricos adaptados.
Finalmente, es importante señalar algunos factores de protección que contribuyen a reducir los efectos del SAF. Por ejemplo:
- El diagnóstico previo a los 6 años de edad.
- Un hogar estable con relaciones familiares positivas.
- Un ambiente pacificador.
- Acceso a educación especial y servicios sociales particulares.
En conclusión, no se debería beber nada de alcohol durante el embarazo o durante el periodo en que una mujer desee quedarse encinta. Pues, está claro que el riesgo de que afecte al feto está siempre latente y cuanto mayor sea la cantidad de alcohol, mayor será el efecto que cause en el bebé. Los trastornos del espectro alcohólico fetal, entre los que se encuentra el SAF, representan otra muestra fehaciente de los efectos nocivos que tiene el consumo de alcohol para todos los individuos.
Así pues, si la futura madre es consumidora de bebidas alcohólicas de forma habitual, cuanto antes abandone este hábito, tanto mejor para el futuro niño. Y es que, dentro de lo dañino que resulta el SAF, la buena noticia es que puede ser totalmente prevenible. Por tanto, como adultos, en nuestra mano está el evitarles tantos malestares y anomalías a nuestros futuros hijos.
REFERENCIAS CONSULTADAS
Cancino F., y Zegarra, G. (2003). Síndrome alcohólico fetal. Revista de neuro psiquiatría, 66, pp. 302-312.
Centro para el control y la prevención de enfermedades (s/f). Trastornos del espectro alcohólico fetal. Recuperado de https://bit.ly/3wlpsmD
Montoya Salas, K. (2011). Síndrome alcohólico fetal. Revisión bibliográfica. Medicina Legal de Costa Rica, 28(2). Recuperado de https://bit.ly/36l7yWS
Tengo un hijo con SAF.?de 25 años el esta atendido de siempre por profesionales.Mi pregunta es:hay terapia para las familia o asociaciones en Alicante?
Hola Carmen. En Alicante contamos con un centro de tratamiento ambulatorio en el que se realizan terapias diarias. Puedes llamarnos gratuitamente al 900 505 100 y te daremos toda la información que necesites.
Gracias por tu comentario.
Saludos.