Desde el blog de Instituto Castelao advertimos en nuestros posts sobre los peligros de las adicciones. No solo a las drogas, sino a comportamientos adictivos. Entre las drogas, sin embargo, hay algunas especialmente dañinas por la tendencia que generan en quienes las consumen. En el post de hoy vamos a responder a la pregunta de cuáles son las drogas más peligrosas.
Tipos de daño que causan las drogas
En Instituto Castelao solemos centrarnos en advertir de los peligros que el consumo de drogas tiene sobre la salud, tanto física como psíquica, las relaciones sociales y personales, y también las económicas. Tal es así que el neuropsicofarmacólogo inglés David Nutt señala en su artículo Desarrollo de una escala racional para evaluar el daño de un potencial abuso de drogas que el abuso de drogas supone en el Reino Unido un coste de entre 10 y 16 miles de millones de libras al año en lo que se refiere a salud, problemas legales y asuntos sociales.
Drogas más peligrosas por los daños físicos que generan
Parece evidente el daño que las drogas pueden suponer a la salud. Pero no estamos hablando únicamente de drogas ilegales. La adicción al tabaco puede reducir la esperanza de vida hasta en 10 años. De hecho, en el Reino Unido, el tabaco y el alcohol representan juntos alrededor del 90% de todas las muertes relacionadas con drogas.
Dentro del daño físico podemos distinguir 3 diferentes:
- Daño físico agudo o inmediato: entre estos se encontrarían la afección respiratoria, las crisis cardíacas y los envenenamientos fatales.
- Daño físico crónico: el uso repetido de ciertas drogas puede provocar enfermedades pulmonares o incluso mentales.
- Problemas asociados al uso de drogas intravenosas: estos pueden llevar a la propagación de virus y enfermedades con enormes implicaciones para la salud del individuo y de la sociedad.
Por los daños como consecuencia de la dependencia
Al hablar de los daños que las drogas producen en el adicto como consecuencia de la dependencia tenemos que mencionar los efectos placenteros que estas generan, altamente relacionados con la propensión a generar comportamientos de dependencia. Este placer tiene dos efectos: uno rápido, el inicial (conocido como rush), y la consecuente euforia, que puede prolongarse durante varias horas (el high). Las vías nasal e intravenosa favorecen que la droga entre más rápido al cerebro, lo que provoca un rush más fuerte. Por otro lado, el consumo por vía oral genera un efecto placentero menos potente, si bien más duradero en el tiempo. En consecuencia, el adicto no solo tenderá a repetir el consumo de la droga, sino que irá aumentando las dosis y modulando sus hábitos para acortar el sufrimiento de la abstinencia hacia los más peligrosos, esto es, la vía nasal y sobre todo la intravenosa.
Cuando se intenta abandonar la adicción aparecen los síntomas propios de la abstinencia: insomnio, sudoración, temblores y diarrea, entre otros. Esto es consecuencia de la readaptación del organismo a la nueva situación.
Hay varios tipos de abstinencia según la droga que la genera. Algunas no la provocan hasta pasado un tiempo de dejar de consumirlas tras un consumo prolongado. Otras, por el contrario, generan síntomas físicos de abstinencia ante el miedo a dejar de usarlas.
Drogas más peligrosas por los daños sociales que ocasionan
Algunas drogas provocan que quienes las consumen muestren conductas especialmente peligrosas para ellos o para los demás, lo que a menudo deriva en multas por drogas. El alcohol es un claro ejemplo, pues suele llevar asociados comportamientos violentos que pueden terminar en actividades delictivas al provocar accidentes o agresiones. La adicción puede además arrastrar a la persona a llevar a cabo actividades ilícitas para satisfacer su necesidad de droga. Para adquirir nuevas dosis no respetará las convenciones morales ni dudará en cometer actos delictivos.
El daño social también se genera a consecuencia de los costes de atención médica de algunos fármacos. Además de los costes derivados de los programas de rehabilitación, como por ejemplo el método Minnesota, se estima que el tabaco es responsable de hasta el 40% de todas las enfermedades hospitalarias y de hasta el 60% de las muertes relacionadas con drogas. El alcohol, por su parte, está detrás de más de la mitad de todas las visitas a departamentos de emergencia y admisiones ortopédicas.
Este perjuicio se ve compensado en parte por los ingresos en forma de gravámenes que genera su consumo.
Cuáles son las drogas más peligrosas
Para analizar cuáles son las drogas más peligrosas nos referiremos a 3 estudios, en los cuales se tienen en cuenta los daños anteriormente mencionados.
En cuanto a los daños personales que generan las drogas analizadas en el estudio, estas aparecen reflejadas en un índice sintético que incluye los siguientes aspectos:
- La mortalidad (tanto directa como indirecta)
- Los daños físicos (directos e indirectos)
- Los daños psíquicos (tanto los directos como los indirectos)
- La dependencia
- La pérdida de capacidades mentales (tanto la directa como la indirecta)
- La pérdida de propiedades
- La pérdida de relaciones con otros
En los daños sociales se recogen estos otros:
- La criminalidad
- La probabilidad de dañar a terceros
- Los daños medioambientales
- Los problemas familiares
- Los daños internacionales
- El coste económico
- La merma de cohesión social dentro de la comunidad
No todos los estudios tienen en cuenta todos estos aspectos, pero sí se intenta valorar la mayoría de ellos.
Desarrollo de una escala racional para evaluar el daño de un potencial abuso de drogas
En el estudio llevado a cabo por David Nutt, publicado en el artículo mencionado con anterioridad, si atendemos a los daños, algunas drogas son consistentes en cuanto a daños físicos, daños como consecuencia de la dependencia y daños sociales.
Mientras que la heroína, la cocaína, los barbitúricos y la metadona ilícita se situaron en los primeros cinco lugares para las tres categorías, la khat, los nitritos alquílicos y el éxtasis ocuparon una posición en los últimos cinco lugares para daños físicos, daños como consecuencia de la dependencia y daños sociales.
Otras drogas, sin embargo, difieren en sus calificaciones de daño en las tres categorías. Por ejemplo, el cannabis obtuvo una baja clasificación en cuanto a daño físico, pero una algo más alta en dependencia y daño social. Los esteroides anabólicos, por el contrario, fueron clasificados como altos en daño físico pero bajos en dependencia. El tabaco fue alto en dependencia pero claramente más bajo en daños sociales, con una asimismo modesta puntuación promedio por daño físico, aunque un valor por daño crónico, como era de esperar, muy alto.
Llama la atención el caso del alcohol, pues según este completo estudio es la droga que más daños genera en su conjunto. Obtuvo, de hecho, una puntuación de 72 sobre 80 en el índice sintético elaborado por Nutt. Siguen a esta droga legal la heroína, el crack, las metanfetaminas y la cocaína.
Clasificación del daño del alcohol, tabaco y drogas ilícitas para el individuo y la población
Según Van Amsterdam, en cuyo estudio analizó el grado de dependencia que generaban 19 drogas, el crack, la heroína, las metanfetaminas y el alcohol, al mismo nivel que la cocaína, son las drogas que más dependencia generan. Por su parte, el metilfenidato, los esteroides anabólicos, el khat, el LSD y las setas alucinógenas son las que menos dependencia generan de esta lista de 19.
En cuanto a cuáles son las drogas más peligrosas si tenemos en cuenta el daño que provocan a nivel individual y poblacional, el crack, la heroína, el tabaco, el alcohol y las metanfetaminas se encuentran igualmente a la cabeza. En el final de la lista se encuentran de nuevo las setas alucinógenas, el LSD, el khat, los esteroides anabólicos y el metilfenidato.
Clasificación del daño de las drogas psicoactivas, incluyendo analgésicos recetados, para los usuarios y otros: una perspectiva de expertos en medicina de adicción alemanes
En su estudio, Bonnet destaca la discordancia entre el peligro de las drogas situadas en la cabecera de los rankings de sustancias más peligrosas y su regulación. Pone como ejemplo nuevamente el alcohol, el cual se encuentra entre las sustancias más dañinas que se consumen en Alemania.
En comparación con otras sustancias menos consumidas pero más peligrosas, la prevalencia entre el consumo y el abuso de alcohol es alta. De manera análoga, la disminución de la prevalencia del consumo de nicotina en Alemania como consecuencia de las restricciones llevadas a cabo en los años anteriores a este estudio puede contribuir a una clasificación de daño más baja de lo esperado. Asimismo, y a pesar de su alta capacidad para generar una considerable dependencia, la nicotina apenas se asocia con efectos psiquiátricos dramáticos como lo hacen el alcohol o los alucinógenos.
Este estudio comparó varios analgésicos no opioides con sustancias de abuso tradicionales, de lo que se extrajo que los daños de los primeros son considerablemente menores que los de las sustancias de abuso.
En comparación con el Informe Mundial sobre las Drogas de la UE de 2014, se extrajo que el cannabis, la metadona y la nicotina eran menos dañinos, mientras que el crack, la metanfetamina, el éxtasis líquido, las catinonas y los hongos psicotrópicos eran más dañinos. De hecho, tanto la psilocibina responsable del carácter psicotrópico de los hongos como el LSD muestran un potencial de abuso bajo, siendo incluso utilizadas terapéuticamente para enfermedades psiquiátricas. No obstante, teniendo en cuenta los graves daños que puede originar la metadona, más altos que los de otras drogas clasificadas sobre ella, se manifiesta una limitación del estudio, para el que no fueron encuestados los especialistas en medicina del dolor. De este modo es imposible distinguir entre los daños de una droga con indicación terapéutica e intención rehabilitadora en comparación con un uso ilícito fuera del contexto médico.
Las drogas más peligrosas pueden ser ilegales… o no
Las drogas son sustancias que tienen efectos físicos y psicológicos en el organismo humano. Pueden ser legales, como el alcohol y el tabaco, o ilegales, como la cocaína y la heroína. El abuso tanto de unas como de otras pueden generar una grave dependencia, con las consecuentes mermas en la salud física y mental, así como en las relaciones sociales y la vida en general.
Drogas como la cocaína, la heroína y las metanfetaminas pueden dañar órganos vitales, como el corazón y los riñones. El alcohol es responsable de graves enfermedades, como la cirrosis hepática. El cannabis, por su parte, puede causar daño cerebral, problemas respiratorios y cardíacos y trastornos mentales. El tabaco, con las enfermedades respiratorias y cardiovasculares que produce, está detrás de millones de muertes cada año en todo el mundo.
Aun sin generar una dependencia, las drogas pueden asimismo disminuir la capacidad de concentración, afectar la memoria y el aprendizaje y reducir la facultad de tomar decisiones. Esto puede traducirse en pérdida de empleos, con la consecuente exclusión social que conlleva, generando violencia y delincuencia. Pueden llevar también a comportamientos peligrosos, como conducir bajo sus efectos de las drogas, aumentando el riesgo de accidentes automovilísticos. Esto es especialmente frecuente en el caso del alcohol, una de las drogas más aceptadas por su gran penetración social, y por ello tan peligrosa.
En Instituto Castelao somos conscientes de que el tratamiento de la adicción a las drogas puede ser difícil y requiere tiempo, esfuerzo y gran voluntad. En nuestros años de experiencia hemos sido testigos de los estragos que las drogas han provocado en miles de personas, y por eso creemos que la información y la divulgación son la primera herramienta para prevenir casos futuros.
Referencias consultadas
- Ruiz Contreras, A. E. et ál. (2010). El cerebro, las drogas y los genes. Recuperado de https://bit.ly/3VPXGx0
- Nutt, D. et ál. (2007). Development of a rational scale to assess the harm of drugs of potential misuse. Recuperado de https://bit.ly/41n2ye7
- Van Amsterdam, J. et ál. (2010). Ranking the harm of alcohol, tobacco and illicit drugs for the individual and the population.
- García Valdecasas, F. (1986). Drogas y comportamiento-II (Un problema social). Recuperado de https://bit.ly/42JorWm
- Bonnet, U. et ál. (2020). Ranking the Harm of Psychoactive Drugs Including Prescription Analgesics to Users and Others–A Perspective of German Addiction Medicine Experts. Recuperado de https://bit.ly/44PVBVW
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