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Adicción, enfermedad
Probablemente conozcamos ya la diferencia entre ser consumidor de droga y ser adicto. El segundo, sufre una enfermedad mental, originada por una disfunción neuronal que causa la modificación de la estructura cerebral. Es decir, la adicción es una enfermedad mental crónica que implica tener alterados los circuitos de neurotransmisión cerebrales. Concretamente el adicto tiene un exceso de dopamina en el espacio entre las neuronas, que altera su funcionamiento normal. Si bien es cierto, esta enfermedad se supera debemos aprender los conceptos sobre cómo superar una adicción.
El tratamiento de recuperación de adicciones más eficaz es el que abarca todos los ámbitos de la vida del adicto. Trabajando la enfermedad desde un enfoque cognitivo conductual; para ayudar al paciente a modificar las conductas y comportamientos adictivos y sus creencias basadas en la realidad distorsionada. En el proceso de recuperación se trabaja también el crecimiento personal; el arraigo de nuevos valores y principios sanos; las habilidades sociales positivas; y todo lo que ayude al enfermo adicto a conseguir vivir una vida plena y sin consumo. Cabe señalar que recuperarse no es solo dejar de consumir; sino adquirir las herramientas suficientes como para, además de prolongar la abstinencia, auto conocerte y ser feliz viviendo una vida plena.
¿Qué es una recaída?
La recaída es una realidad que forma parte del proceso de recuperación de la adicción como enfermedad crónica. Pero, aunque pueda parecer que la recaída de un adicto lleva implícito el volver a consumir; la realidad es que no tiene por qué ser así.
La recaída en un adicto es el retroceso a patrones conductuales, de comportamiento y pensamiento típicos de la adicción en activo que ya se habían superado.
Al igual que la adicción es un proceso, también lo es la recuperación. El hecho de dejar de consumir es el paso inicial y necesario para comenzar dicho proceso; pero la recuperación como tal supone un cambio en las creencias, pensamientos y valores; así como en las actitudes y conductas del adicto.
Es decir, una persona adicta ha de cambiar de forma de ser, pensar y actuar para lograr perpetuar en el tiempo la tan ansiada sobriedad.
Dentro de este proceso está la gran antitética de la recuperación: la recaída. Es tan temida por adictos y sus familiares que nos sirve como resorte para renovar cada día la intención de seguir sin consumir. Mientras que para otros es un lugar por el que han de pasar para poder optar a una verdadera recuperación; para algunos llega a ser una constante recidiva que les hace perder años y capacidad de esperanza en el proceso de recuperación.
Diferencia entre recaída y continuar en consumo
Para saber cómo superar una adicción, primero vamos a distinguir entre “continuar en consumo” y “recaída”. Para recaer es necesario haberse levantado antes, es decir, que ya se hayan producido cambios significativos en el adicto que está en tratamiento. No se considera recaída el consumo de alguien que no ha efectuado dicho cambio; y que ante cualquier situación que le disgusta o contraría, no aguanta la frustración y lleva a cabo un consumo. No ha recaído, simplemente sigue consumiendo.
En Instituto Castelao nos enseñan cómo superar una adicción y que la recaída no es un suceso repentino. Al igual que la adicción y la recuperación, la recaída también es un proceso cuya duración puede ser mayor o menor; dependiendo este del cambio que el paciente haya conseguido con el tratamiento inicial de toma de conciencia de enfermedad, estímulos y prevención de craving (deseo compulsivo de consumo). La idea es cambiar de forma de actuar sabiendo protegerse ante la presencia de sustancias; y posteriormente el trabajo de crecimiento interior que le confiere el cambio de creencias y la obtención de valores para afianzar su recuperación.
Cómo superar una adicción ante una posible recaída
Una vez que ha comenzado el proceso, tienden a aparecer de nuevo todos los daños generados por la enfermedad: la negación, el autoengaño, el diálogo mental y el desequilibrio emocional. Hemos de estar muy atentos ante estos síntomas porque, aunque la recaída funciona de forma muy sutil, es diagnosticable y su detención es posible.
Por ello, aunque a veces la vida presenta situaciones tan abrumadoras que parece que no encontramos alivio en nuestras nuevas herramientas; hemos de tener muy presente que el camino de la adicción activa no es una opción para nosotros.
Cuanto más profundamente trabajemos nuestra recuperación, más nos alejaremos del consumo, por eso de nuestro trabajo diario depende mantener nuestra enfermedad a raya. Sabemos que si no utilizamos bien lo aprendido nos ponemos en riesgo; permitiendo quizá que comience el proceso de recaída que nos aleja de nuestro tratamiento. Es de todos sabido que si nos alejamos de los grupos de apoyo y del centro antes de tiempo, empieza la cuenta atrás para el próximo consumo.
Es decir, el proceso de recaída lleva desde un estado de abstinencia sostenida hasta caer en el consumo de adicción activo. La recaída se manifiesta por una serie de síntomas, basados en regresar a los antiguos patrones de conducta y comportamientos adictivos que parecían haberse superado. En el proceso participan pequeñas decisiones que ponen en riesgo a la persona (decisiones de riesgo relativo). Son decisiones aparentemente de poca relevancia, pero debido a su efecto acumulativo, llevan al enfermo por el camino hacia el consumo. No obstante, la recaída no tiene por qué implicar el consumo, ya que principalmente es conductual y de actitud.
Creo que es un blog muy importante y que deberíamos tener en cuenta por si tenemos algún familiar o conocido en esta situación.