
Los tratamientos de adicciones cada vez tienden más a enfoques y abordajes multidisciplinares para consolidar la recuperación de los pacientes. Así, además de los tratamientos farmacológicos necesarios y las intervenciones psicoterapéuticas cognitivo- conductuales; también cuentan en su estrategia terapéutico con las llamadas terapias complementarias. Pues, se ha demostrado que su práctica, refuerza la eficacia de los tratamientos de adicciones y aumenta la calidad de vida de los pacientes. La práctica del yoga es un buen ejemplo de ello.
La presencia de las terapias complementarias en el tratamiento de adicciones
Sabido es que las adicciones o trastornos por uso de sustancias psicoactivas afectan a todo el conjunto de la salud de la persona consumidora. Principalmente, a su salud mental y a su estado emocional. Lo que suscita que el tratamiento de adicciones cada vez se compongan de más tipos de terapias complementarias para brindar un mayor bienestar personal. Así, al abordaje terapéutico y el tratamiento médico convencional se suman terapias diversas; las cuales ayudan a los adictos a aliviar el dolor y reducir el estrés y la ansiedad.
En este sentido, la asunción de diversas terapias complementarias —como el yoga, tai chi, mindfulness, meditación, etc.— aportan una mayor eficacia de los tratamientos convencionales. Pues los pacientes disponen de mayores herramientas terapéuticas para trabajar sus conductas adictivas desde diversos enfoques de tratamientos.
Y es que, si la raíz de un hábito de consumo compulsivo de una sustancia suele encontrarse en el estado emocional vulnerable de la persona; las terapias de adicciones han de procurar desarticular esas asociaciones personales que el adicto ha establecido entre estados internos y conductas adictivas. Porque, ciertamente, entablamos neuro-asociaciones entre un estado emocional y psicológico negativos y el consumo de alcohol y otras sustancias para anestesiarlos. En otros casos sucede que ante la presencia de un trastorno de salud mental difícil de controlar —como ansiedad o depresión— el individuo tiende a querer apaciguarlos con el consumo de drogas
Es en este contexto humano de gestión deficiente y falta de regulación psico-emocional donde las terapias complementarias suponen un gran apoyo para la recuperación adictiva. Porque ayudan a calmar el sistema nervioso mediante técnicas de respiración adecuadas; así como traen a la persona al presente para contrarrestar de forma consciente su deseo de consumir mediante técnicas y ejercicios. Un ejemplo de todo ello es el yoga, una técnica terapéutica oriental que aporta mucha calidad de vida a estos pacientes.
¿Qué son las terapias complementarias y cuál es su aporte al tratamiento de adicciones?
En nuestro centro de tratamiento de recuperación contamos con un abordaje integral que no solo incluye atención médica —o tratamiento farmacológico— y tratamiento psicológico de corte cognitivo conductual contextual. También se trabaja la recuperación del bienestar psicológico y emocional de las personas adictas con terapias complementarias. Algunas de las cuales combinan ejercicio físico con concentración, respiración y toma de conciencia presente.
La Organización Mundial de la Salud define las terapias complementarias como un conjunto de prácticas sanitarias que no forman parte del tratamiento médico convencional. En este tipo de terapias están constituidas por intervenciones o prácticas basadas en terapias de crecimiento personal, técnicas manuales y ejercicios dirigidos a mantener el bienestar personal. Su empleo complementario a los tratamientos convencionales se debe a su gran eficacia y contribución al bienestar. Y es que está más que demostrado los beneficios de las terapias complementarias como refuerzo y mejora del estado de salud de los pacientes.
En el caso de las adicciones, las terapias complementarias o alternativas suponen un apoyo muy efectivo a la hora de superar una adicción. Además de promover un abordaje global en el tratamiento de la adicción.
Así, en el caso de Instituto Castelao, al tratamiento de adicciones multidisciplinar clásico, encabezado por las terapias grupales; se le suman otros tratamientos complementarios como la rehabilitación neuropsicológica, la terapia ocupacional y diversas terapias de origen oriental. Entre estas últimas destaca el mindfulness, la meditación guiada o el yoga.
Con la implementación de las terapias complementarias conseguimos mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes trabajando diferentes áreas de su salud de manera coordinada. Lo que les permite realizar cambios beneficiosos en sus rutinas, adoptando un estilo de vida saludable y con altos niveles de bienestar personal que repercutirá en su vida familiar y social.
Los beneficios de las técnicas terapéuticas complementarias en los tratamientos de recuperación
Así pues, la importancia de ofrecer intervenciones terapéuticas complementarias está motivada por los beneficios que aporta al desarrollo personal y emocional. Entre sus características más destacadas están su impacto positivo en la reducción de la ansiedad o el estrés.
También es notable su influencia en el autoconocimiento personal, el aumento de la autoestima y la mejora de las capacidades cognitivas. Así como aportan herramientas magníficas para fomentar el autocontrol, la regulación emocional y contrarrestar la influencia de estresores externos.
Por tanto, entre los beneficios que aportan a las personas adictas que están en proceso de superar su enfermedad, podemos citar:
- Ayudan a reconocer los propios pensamientos y emociones negativas ante una determinada situación. Por ende, estos pensamientos y sentimientos pueden trabajarse y reconducirse para no caer en el consumo de alcohol u otras sustancias psicoactivas. Especialmente, esto se logra a través de la meditación guiada y el mindfulness o atención plena.
- Favorece una disminución de los estados ansiosos o depresivos, así como de la sensación de estrés. Lo cual no solo es positivo para abandonar el hábito de consumo de drogas; sino también para estar en mejores condiciones para integrar los aprendizajes que aportan las otras intervenciones terapéuticas.
- Benefician la relajación mantenida en el tiempo, lo que permite descansar mejor, tomar mejores decisiones y estar más conscientes del presente.
- Mejoran o ayudan a recuperar en funciones cognitivas deterioradas por el consumo de sustancias, como la concentración, la atención y la memoria.
- Incentivan la reconexión con uno mismo: su cuerpo, sus talentos, sus deseos o sueños, etc. Lo cual influye en el fortalecimiento de la autoestima y el empoderamiento personal.
- Proporcionan un mayor bienestar global, lo que se evidencia en una mejor calidad de vida.
Con todo, siempre es fundamental contar con terapeutas especializados y debidamente formados, que estén registrados en un organismo profesional. Pues una mala práctica de estas disciplinas puede reducir su eficacia y derivar en dolencias o efectos indeseados.
Yoga y adicciones: ¿qué puede hacer la práctica del yoga por las personas adictas?
En este contexto, una disciplina terapéutica que está cada vez más integrada en los tratamientos de recuperación es el yoga. Esta práctica oriental milenaria, se compone de posturas físicas especial —asanas—; ejercicios de respiración —pranayamas— para acompasar la respiración las posturas ejecutadas, y la relajación profunda.
En sí misma, la práctica del yoga involucra el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu. Por eso resulta un método muy eficaz a la hora de tratar problemas físicos, mentales, y emocionales. Este marco teórico y práctico tan multifacético se muestra idóneo para tratar una enfermedad tan multidimensional como es la adicción.
Así, el yoga como técnica terapéutica complementaria en el tratamiento de adicciones favorece el estar presente y atento al propio cuerpo, al flujo de la respiración y a los movimientos de la mente y las emociones. Siendo especialmente importante en los pacientes adictos la modalidad de Hatha Yoga o Yoga Clásico.
A lo largo de las sesiones, el paciente va apreciando y discriminando las sensaciones placenteras y turbadoras que experimenta en su cuerpo. Al tiempo que va desarmando los automatismos que lo llevan a consumir drogas. En este aspecto, uno de los grandes beneficios del yoga reside en aumentar la sensación de bienestar, autoconocimiento y actitudes de autocuidado.
De hecho, la práctica del yoga con pacientes adictos se revela muy sanadora; toda vez que les proporciona mucha paz mental, equilibrio emocional y reconocimiento del propio cuerpo y sus necesidades de cuidado. Pero estos no son objetivos que se alcancen a corto plazo. Por eso, para disfrutar de estos efectos tan valiosos es necesario acudir a sesiones de yoga con regularidad y por un período prolongado. Asimismo, puede ser recomendable simultanear su práctica con otro tipo de deportes o actividades físicas diferentes.
La práctica del yoga como método para reducir la ansiedad
Diversos estudios que investigaron el impacto del yoga sugirieron que esta práctica resultaba muy positiva en la reducción del consumo de sustancias. Ello se debe a que ayuda a disminuir el ansia relacionada con las sustancia.
De hecho, la terapia de yoga ha aumentado su popularidad en los últimos años como intervención para reducir los niveles de ansiedad. No solo en personas con problemas de adicciones, sino con otros trastornos mentales como la propia ansiedad.
Así, la utilización de la práctica del yoga junto con otras intervenciones como la terapia cognitivo conductual y tratamiento farmacológicos mejoran significativamente los síntomas relacionados con la ansiedad. Tal como demuestran numerosas pruebas empíricas donde se evidencia que el yoga constituye una herramienta complementaria para combatir los estados ansiosos. Y, asimismo, para afrontar mejor los tratamientos de recuperación y el abandono del consumo de sustancias.
En todo caso, una experiencia de dos años de práctica continuada de esta terapia beneficia totalmente a la salud física y psicológica. Por eso es tan apreciada dentro de los tratamientos de recuperación actuales.
En el ámbito del yoga se suele decir que las posturas tan complejas que se realizan tienen la misión de hacer a la persona encontrar el equilibrio y la disciplina en la incomodidad. Lo que traducido al mundo de las adicciones equivale a inspirar a las personas adictas a mantener su firme participación en el tratamiento y mantener la abstinencia; aun cuando se atraviesen momentos difíciles, de incomodidad emocional y deseos de recurrir de nuevo a las sustancias adictivas. Este es uno de los grandes aprendizajes que deja la práctica del yoga en los tratamientos de adicciones.

Las terapias complementarias como recurso para superar las adicciones
Como mencionamos anteriormente, la conducta adictiva suele tener su raíz en una personalidad inestable y vulnerable. Esto es, donde la persona adolece de vacíos existenciales, experiencias traumáticas o una gestión deficiente de las emociones negativas como culpa, rabia, tristeza, etc. En este sentido, los tratamientos de adicciones están siempre individualizados, ya que cada persona adicta trae una carga de malestar y sufrimiento interno únicos. Al menos en la mayoría de los casos.
De ahí que los tratamientos de recuperación hayan presentado, en los últimos años, una evolución enorme hacia modelos de atención centrados en la persona y no tanto en la sustancia. A fin de otorgar una intervención de calidad y de impacto duradero en la recuperación de los pacientes adictos, el tratamiento de adicciones se componen de un abordaje profesional holístico.
Es por ello que hoy no solo contamos con tratamientos basados en la medicina convencional; sino que se complementan con terapias provenientes de ciencias médicas de vanguardia con la neurobiología y neuropsicología de las adicciones. Pero también con técnicas terapéuticas complementarias que promuevan el bienestar y el desarrollo personal de los pacientes. Sea a través de la terapia ocupacional, de talleres diversos, del ejercicio físico terapéutico o de las terapias complementarias como el mindfulness, la meditación o el yoga.
Con todo, cabe aclarar que las terapias complementarias son precisamente eso, un complemento, nunca un tratamiento clínico de primera línea. No obstante, su aplicación en el proceso de superación de la adicción está dando buenos resultados. De ahí que los centros de tratamientos de la adicción más innovadores las incluyan en su repertorio de técnicas y terapias de apoyo a la rehabilitación; al igual que como refuerzo a la prevención de recaídas. Como es el caso de nuestro centro, donde apostamos desde un inicio por las terapias complementarias como parte del tratamiento Castelao.
Referencias consultadas
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- Kuppili P. P. & al. (2018). Papel del Yoga en el manejo de los trastornos por uso de sustancias: una revisión narrativa. Recuperado de https://bit.ly/3Arr1or
- Psicología y mente (2020). La aportación de las terapias complementarias en tratamientos de adicción. Recuperado de https://bit.ly/3bWznLB
- Rubiño García, C., Paqué Sánchez, V. M., & Rodríguez Pérez, N. (2019). Eficacia del yoga en el tratamiento de adicciones. Recuperado de https://bit.ly/3A0V4Sz
- Ruiz Sánchez, B. I., & Lucha López, A. C. Estudio descriptivo: influencia de la práctica de yoga en la ansiedad. Recuperado de https://bit.ly/3dBWhIv
Redactora de comunicación en el Instituto Castelao.
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