Introducción
En el ámbito de las drogodependencias, las terapias de familia son eficaces para aumentar el compromiso tanto del paciente como de la familia con el tratamiento de la adicción. Por lo que la recuperación tiene más éxito –sobre todo, en jóvenes adictos-. El hecho es que la eficacia de los llamados “tratamientos basados en la familia” parece más que demostrada.
En sus orígenes, el concepto de Terapia Familiar era sinónimo de Terapia Sistémica –focalizada en comprender las dinámicas de las relaciones-. Con el tiempo, las intervenciones terapéuticas que implicaban a la familia del adicto han ido incorporando técnicas cognitivo conductuales derivando en los actuales “Tratamientos basados en la familia”.
Bases históricas de la terapia de familia
Históricamente las adicciones eran abordadas como aspectos intrínsecos al sujeto y requerían por tanto terapia individual. El concepto de la terapia familiar surge como respuesta a las limitaciones del tratamiento individual: al no trabajar en familia o pareja, cuando el adicto recuperado volvía a su entorno, éste era inestable y aumentaba significativamente el riesgo de recaída. Es decir, se evidenció la necesidad de trabajar el entorno familiar del paciente para mantener su recuperación.
El principio básico de estos modelos consiste en asumir que la drogodependencia es un eje central en la vida de las familias y por ello la solución implica que la familia colabore en la recuperación del adicto.
El programa familiar es una experiencia educativa y vivencial en la que la familia recibe la misma información que el paciente. Se ayuda a los familiares a prepararse para afrontar su vida sin que gire en torno al adicto y a entender la adicción como enfermedad cerebral. Se trabaja también que la familia deje al paciente resolver sus propios problemas. Hay conferencias didácticas y sesiones de terapias de grupo familiares donde entre ellos comparten experiencias.
¿En qué consiste el “tratamiento familiar”?
Llamamos “tratamiento familiar” a la intervención dirigida a mejorar el funcionamiento de los miembros de la familia. Este tipo de tratamiento cubre tres vertientes: las conductas, la educación y las intervenciones psicológicas, utilizando herramientas de terapias psicosociales tales como: dar énfasis en el comportamiento y planear una intervención con la conducta problemática; y utilizar conceptos de la terapia individual como desarrollar la alianza familiar.
Interacciones familiares en psicopatología
Las experiencias familiares tienen una fuerte influencia en el desarrollo emocional de los niños y a menudo es la causa de los desórdenes psicológicos y psiquiátricos. De la misma forma que los padres y la familia condicionan a los niños, los niños condicionan a los padres y a la familia.
Consiste la intervención familiar, por lo tanto, en enfatizar el diálogo para facilitar el entendimiento de las dificultades familiares y dar indicaciones para cambiar las interacciones inapropiadas.
Distintos puntos de vista
En cuanto a las perspectivas de enfoque de las terapias familiares, existen varios puntos de vista:
- Psicodinámico: En cuanto a la familia, las relaciones están influenciadas por las relaciones padre-niño anteriores de cada padre. Las dificultades aumentan con el desarrollo, con las interacciones, proyecciones y estresores actuales. La terapia consiste en explorar las relaciones del pasado, las distorsiones en la relación y confusiones de rol, desarrollando necesidades y límites de egos en los miembros de la familia. El objetivo principal es resolver relaciones problemáticas pasadas para mejorar las presentes.
- Existencial-experimental: Según esta perspectiva la familia es un organismo en vías de desarrollo y en la terapia es imprescindible animar el crecimiento de sus miembros, dando recursos para la expresión, franqueza y comunicación entre ellos.
- Intergeneración de Bowenian: Señala que la familia es un sistema de relación emocional, con compromiso y diferenciación –evita la fusión-. En situaciones de conflicto se estabiliza el sistema familiar comprometiendo a una tercera persona –triangulación-. La terapia se basa en clarificar las relaciones actuales promoviendo la individuación –tratar específica y particularmente cada caso-, resolviéndose las interacciones de conflicto actuales y trabajando a través de la intergeneración –relación entre las distintas generaciones-, la introspección y modelos de comportamiento.
- Estructural: El foco de este modelo es la importancia de la estructuración familiar para su correcto funcionamiento y para el bienestar de sus miembros. Centra la atención en el equilibrio de la organización familiar analizando su jerarquía y los subsistemas entre padres e hijos. La base de la intervención terapéutica en este modelo es fortalecer los cimientos estructurales que permiten el funcionamiento familiar, y promover interacciones introduciendo flexibilidad de diálogo y modelos alternativos de conducta.
- Estratégico-sistémico: Los modelos estratégicos ponen el foco en la situación social inmediata del paciente. Se interesan por conocer cómo intenta resolver sus problemas una familia normalmente disfuncional, rígida y de pocas alternativas. Pertenece a estos modelos la terapia familiar breve estratégica, que señala que el uso de drogas es una señal de malestar en el núcleo familiar; y la terapia se centra en la función y los síntomas del consumo. El modelo se basa en dos principios: la familia es un sistema y, como tal, lo que afecta a un miembro de la misma afecta a todos; y los patrones de interacción familiar influyen en el comportamiento de cada miembro.
- Cognitivo-conductual: Las terapias trabajan sobre el aprendizaje, el comportamiento y la búsqueda de soluciones al respecto. El entreno de habilidades sociales cobra especial importancia. La terapia familiar y de pareja consiste en entrenar habilidades de comunicación e incrementar el reforzamiento positivo.
Conclusiones
Algunas conclusiones extraídas de investigaciones que evalúan la eficacia de las terapias familiares son las siguientes:
- Desde los años 70-80 se trata a la familia del paciente tanto en paradigmas sistémicos como cognitivos. Todos coinciden en la importancia de integrar a la familia en el diagnóstico y tratamiento del paciente.
- En el ámbito de las drogodependencias, las terapias de familia son eficaces para aumentar el compromiso tanto del paciente como de la familia con el tratamiento de recuperación de la adicción. Por lo que la recuperación tiene más éxito –sobre todo en jóvenes adictos-.
- La adherencia y permanencia en el tratamiento son superiores en programas terapéuticos con intervenciones familiares que en programas individuales.
- Los abordajes familiares mejoran la relación entre todos los miembros de la familia posteriormente al tratamiento, además de fortalecer las bases de valores y principios adquiridas en la recuperación, haciendo que ésta se mantenga en el tiempo.
Referencias bibliográficas
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Centro Paidopsiquiátrico del Barcelonés S.L. (2009). Terapia familiar. Recuperado de: http://www.centrelondres94.com/documento/terapia-familiar
García Galarza, B. (2011). El Modelo Minnesota. Un método de tratamiento para las adicciones. Universidad de Deusto, Tesis Doctoral.
Marcos Sierra, J. A, y Garrido Fernández, M. (2009). La terapia familiar en el tratamiento de las adicciones. Apuntes de Psicología, 27(2), pp. 339-362.
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