Se pueden establecer varios tipos de clasificaciones de drogas, atendiendo a si son legales o no, en relación a los efectos que provoca en el organismo, etc… A continuación veremos alguna de esta clasificación de las drogas, explicando brevemente los tipos de drogas que irían en cada grupo.
¿cómo podemos clasificar las drogas?
Como decíamos, se pueden establecer varios tipos de clasificaciones de drogas, como por ejemplo, entre drogas institucionalizadas y no institucionalizadas. Otra clasificación posible es la que distingue tres grandes grupos de sustancias:
- Estupefacientes.
- Alucinógenos (naturales y artificiales o de síntesis).
- Volátiles inhalables o disolventes.
Asimismo, entre las clasificaciones habituales que se hace de las drogas es la de «drogas duras» y «drogas blandas». Ello va en función de si producen, respectivamente, dependencia física o sólo hábito o dependencia psíquica, la que más extendida se encuentra. De este modo, tienen la consideración de drogas duras los opiáceos, narcóticos y barbitúricos, además del alcohol. Mientras que el tabaco, el cannabis y los alucinógenos se consideran drogas blandas.
Aunque, también suele estar extendida la terminología de «droga de abuso» acuñada por la OMS y entendida como aquella de uso no médico con efectos psicoactivos y susceptibles de ser autoadministrada que provoca efectos en el sistema nervioso central. Pero debemos de tener claro que las drogas, sean blandas, duras o recetadas por un profesional médico, son sustancias psicoactivas y adictivas todas ellas.
clasificación de las drogas: opiáceos y derivados
Pertenecen al subgrupo de los narcóticos, dentro del grupo de los estupefacientes, que eliminan el dolor y reducen la conciencia, dando origen a adicción. A continuación, te mostramos una clasificación de las drogas incluidas en el grupo opiáceos y derivados:
el opio
Es el látex seco de la adormidera (papaver somniferum album). El opio es menos adictivo que sus derivados.Entre los derivados del opio se encuentran los naturales (la morfina, la codeína), sintéticos (la metadona, meperidina, pentazocina y fenazocina) y semisintéticos (la heroína). En el mercado farmacéutico se presenta como opio medicinal, opio en polvo, extracto de opio y tintura de opio.
La morfina
Es un tóxico del sistema nervioso central, que posee un efecto analgésico, produciendo una sedación rápida. Causa alteraciones psíquicas características, como son un estado de euforia, de ánimo exaltado y de felicidad. Posteriormente surge un estado de malhumor y desgana en general.
Su consumo habitual produce dependencia física y psíquica y fuerte tolerancia, que provoca síndrome de abstinencia, comparable al «delirium tremens» de los alcohólicos. Su consumo a largo plazo lleva a un deterioro personal físico y moral, con las secuelas, entre otras, de impotencia sexual y esterilidad y acortamiento de la vida media.
la metadona
Posee una intensa acción depresora del sistema nervioso central, sobre todo del centro respiratorio. Al igual que morfina y heroína crea dependencia, aunque en menor medida, por lo que se utiliza como fármaco en la desintoxicación de la heroinomanía.
la heroína
Otra droga depresora del sistema nervioso. Es un alcaloide obtenido de la síntesis de la morfina y surgió como sustituto de ésta, pensándose que no creaba adicción. Aunque enseguida se apreció que carece de utilidad clínica. Es un polvo cristalino, fino, con un color que va del blanco al marrón.
Sus efectos son similares a los de la morfina aunque más intensos y rápidos. Deprimen menos los centros cerebrales y más los respiratorios.
Asimismo, sus efectos van de una euforia, hiperactividad, sedación y sensación placentera inicial a un estado posterior de apatía y malestar. Su efecto adictivo es cuatro veces superior a la morfina, con una dependencia física, psíquica y tolerancia más fuerte que hace que el síndrome de abstinencia sea más intenso.
la cocaína
Pertenece al grupo de los estimulantes y carece de propiedades narcóticas. La cocaína se obtiene de la inmersión de las hojas de la planta de la coca en carbonato sódico. Actúa como excitante de la corteza cerebral, llevando a un estado de euforia activa (al contrario de la pasiva de la heroína). Lo que produce vigilia, mayor rendimiento físico y se pierde la sensación de cansancio, aunque no tiene aplicación terapéutica.
Si se consume en altas dosis, se pueden sufrir alteraciones en la percepción y en el juicio, alucinaciones cutáneas de insectos corriendo por la piel, que el que la sufre hace que se rasque, hasta el punto de producirse erosiones. Al desaparecer su efecto, el individuo entra en un estado de apatía, nerviosismo, irritabilidad…
clasificación de las drogas: lsd
Es la droga psicodélica por excelencia y produce alucinaciones o distorsiones de la realidad. Se presenta en forma de polvo blanco, inodoro, insípido y muy soluble en agua. Presenta efectos anticonvulsionantes, hipnóticos y antihistamínicos y altera la actividad eléctrica cortical, originando su intensificación.
Ello provoca que los sentidos perciban con mayor fuerza los estímulos (los colores son más brillantes; los sonidos que normalmente no se oyen, llegan a ser sorprendentemente audibles), con los ojos cerrados se ven formas como un torbellino de colores. Son frecuentes las alucinaciones de la sensibilidad en general.
Se dificulta el mecanismo que relaciona un dato sensorial con otros y se reduce la coordinación muscular, de manera que al sujeto puede resultarle difícil constatar que su mano está tocando su pierna y viceversa. Incluso una sensación de ingravidez, por tal motivo, se produce una tendencia a estudiar el cuerpo desde fuera.
Además, varía la percepción del paso del tiempo, de manera que parece transcurrir más despacio y desaparece la relación entre los datos actuales de los sentidos y las experiencias ya vividas. De manera que las cosas son vistas como por primera vez. Los recuerdos y experiencias que han sido reprimidos en el inconsciente pueden ser liberados y experimentados como acontecimientos actuales. Sin soslayar que produce una sensación de impotencia y una disminución de la percepción del dolor.
Su efecto dura de ocho a doce horas, aunque alguno de estos efectos pueden reaparecer días o meses después de la ingestión de LSD. Puede desencadenar brotes psicológicos graves depresivos, agresivos o maníacos, incluso solo consumiéndolo una única vez.
clasificación de drogas: psicofármacos
Podrían denominarse también como drogas de farmacia, pues se comercializan en dichos establecimientos. Se dividen en cuatro grupos, a saber: drogas estimulantes, hipnóticos, ansiolíticos y neurolépticos. Estos dos últimos, como veremos, pueden adscribirse bajo la clasificación de tranquilizantes.
- Estimulantes: se trata de unos estimulantes del sistema nervioso central, que aumentan la vigilia, produciendo insomnio (y por tanto, reducen la sensación de sueño) y hacen desaparecer la sensación de cansancio. También disminuyen el apetito y la sensación de hambre. Aumentan la presión arterial y el ritmo cardiaco. A grandes dosis, podrían producir trastornos mentales, alucinaciones y reacciones psicóticas. Su consumo reiterado no produce dependencia física, pero sí una dependencia psíquica una tolerancia, que hace que haya que aumentar la dosis para tener los mismos efectos.
- Hipnóticos: Sustancias sintéticas que producen sueño (aunque dentro del grupo hay algunas que no lo provocan), pero no calman el dolor. Deprimen el sistema nervioso central, rebajando la capacidad sensorial y la atención. En función de la dosis, actúan como sedantes (para reducir la ansiedad), hipnóticos o anestésicos generales (con un sueño que se tiende a que sea igual al fisiológico). Crean tolerancia y pueden producir una dependencia físico-psíquica.
- Tranquilizantes: Su principal acción es calmar la ansiedad y eliminar la tensión, llevando al que lo consume a un estado de paz interior. Producen un sueño parecido al fisiológico, pero no son hipnóticos. Son relajantes musculares, con una acción antihistamínica. Producen dependencia e intoxicación.
Los psicofármacos, a pesar de su venta lícita, pueden resultar nocivos si se consumen sin supervisión médica. Asimismo, un consumo permanente de los mismos puede acarrear situaciones de dependencia y síntomas de abstinencia cuando se reduce o abandona abruptamente su toma.
EL COMÚN DENOMINADOR A TODA CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS
En suma, como se puede observar, existen diversos modos de agrupar o establecer una clasificación de las drogas según su tipología. Todo depende de los marcadores que se utilicen para categorizarlas: legales o ilegales; duras o blandas; según su incidencia sobre el sistema nervioso central, etc.
Con todo, basta saber que cualquiera de estas drogas tienen el innegable poder de generar dependencia física y/o psicológica. Conque la mejor opción es siempre evitarlas o, en el caso de los psicofármacos, hacer un uso responsable y limitado de ellas. Porque el precio que pagamos por disfrutar de sus discutibles propiedades no es otro que nuestra libertad y nuestro bienestar personal.
referencias consultadas
- «Evolución histórica del consumo de drogas: Concepto, clasificación e implicaciones del consumo prolongado». Mª del Carmen Molina Mansilla. Extraído de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4876021
- «¿Qué son las drogas? no destruyas tu vida». Consejería de Sanidad, Consumo y Servicios Sociales, comunidad autónoma de la región de Murcia.
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